Tan diferentes pero tan iguales

La muerte es el comienzo de la inmortalidad

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No faltaba mucho para que el reseteo en los Quagmire, Blythe y Baudelaire terminara, faltaba poco... ya eran las once de la noche. Luna, Dolores y Clara estaban en el cuatro quince, las tres hablaban mal de Violet, Ruby, Isadora y otras personas.

Luisana estaba en su cuarto junto con sus otras tres compañeras, ellas dormían mientras que la chica tenía un libro llamado "La Biblia Satánica", este se compone de cuatro libros: El Libro de Satanás, El Libro de Lucifer, El Libro de Belial y El Libro de Leviatán. El Libro de Satanás desafía los Diez Mandamientos y la Regla de Oro y promueve el epicureísmo.

Mientras que Julián dormía abrazado a su koala de peluche. Valentín y Stacey veían las estrellas preocupado por Isadora y Quigley. Estrella estaba intentando dormir, su tarántula y su erizo ya lo estaban haciendo, pero la chica no podía por las voces de Luna, Dolores y Clara. Thomas miraba el techo callado, estaba con Billy quién solo estaba callado, se notaba que faltaban los Baudelaire, los Blythe y los Quagmire, se notaba que faltaba Luz...

Carmelita dormía en una habitación toda rosada, ella era la única en ese cuarto, prefería dormir sola antes que acompañada. Prissy estaba callada sobre su cama mientras miraba a la nada... se notaba muchísimo la ausencia de Ruby en el cuarto, extrañaba las peleas de Ruby y Jane, extrañaba el ruido... Cielo extrañaba a Sunny y a Dylan, eran sus dos mejores amigos y los extrañaba mucho...

Mientras que Luz estaba cepillándose su largo cabello mientras estaba sentada sobre su cama, en un momento se escuchó un ruido desde afuera, provenía de la ventana, la chica se acercó a esta y vio como Hedwig llegaba a ella. La chica le sonrió a la paloma y a la carta.

_Hola Hedwig - le sonrió sacándole la carta con una sonrisa -. Buena chica - sonrió -. "Luz, debajo del armario hay una tabla, sácala y encontrarás una caja llena de fotos de los Baudelaire, de los Blythe, de los Quagmire y más... también hay cartas y más cosas. Espero que estés bien hija mía, cuídate mucho y mantente escondida, no dejes que nadie te vea, solo sal si es necesario, ya nos volveremos a ver, te amo... Mamá." - leyó Luz con una sonrisa en su rostro.

La chica se acercó al armario y sacó la tabla que había debajo del armario y allí encontró una caja medianamente grande, esta era gris y tenía algunas estrellas pequeñas pegadas. Abrió la caja y se encontró con miles de fotos que vería luego, dejó la caja de lado y se sentó en la silla de su escritorio para poder responderle su carta.

_"Mamá, encontré la caja, y no te preocupes que no saldré, te lo prometo, te quiero mucho... tu también cuídate. Te amo, Luz" - escribió.

Buscó un listón blanco y se lo puso a la paloma en la pata y en el pico de esta estaba la carta, el ave se fue volando mientras que Luz sonreía al ver que esta se alejaba lentamente. Cerró la ventana y se tumbó en su cama con su pelo todavía húmedo. Pocos minutos después escuchó como la puerta de su cuarto se abría, la chica rápidamente se escondió debajo de su cama con su navaja en la mano.

_Luz... - llamó una voz masculina conocida para la chica.

_¿Larry? - preguntó frunciendo el ceño mientras salía de su escondite.

_Gracias a Dios, debo decirte algo - dijo el hombre cerrando la puerta.

La chica se sentó en su cama, luego Larry se sentó al lado de ella, miró sus manos mientras que su respiración se agitaba cada vez más.

_¿Pasa algo? - preguntó algo preocupada.

_Si... ¿tu estás bien? - le preguntó.

_Si... le acabo de mandar una carta a mi madre - le dijo ella.