Tan diferentes pero tan iguales

La Felicidad

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Voz en off de Klaus: (si gente, no se porque pero me gusta poner eso en vez de "punto de vista").

Una casa enorme, un jardín hermoso, las hermanas perfectas, los padres ideales, una biblioteca llena de libros que me abrían las puertas a otros mundos, sirvientes, casa ideal, cuarto ideal.

Una familia ideal, con algún que otro viaje a Egipto, España o Polonia o Alemania, un cuarto perfecto para mi, los libros ideales, alguna que otra fiesta en la mansión Baudelaire.

Pero nada de eso me hacía 100% feliz, la primera vez que fui feliz al máximo fue cuando atrapé a Ruby de esa caída que iba a tener, éramos muy chicos y mis brazos apenas tenían fuerza, fui feliz cuando ella me dijo por primera vez "estoy enamorada de ti" o cuando me dijo "una estúpida que te sigue queriendo" , sentí unas mariposas en el estómago que no podía explicar en ese momento. Nunca nadie me había dicho eso, ahora daría todo lo que fuera para tener un "te quiero" de Ruby, ya ni recuerdo cuando me lo dijo pero lo que si recuerdo fue cuando me confesó en la cara que estaba enamorada de mi, admiré esa valentía, no todas las mujeres le dicen eso al chico que le gusta, yo fui un cobarde por no habérselo dicho antes...

No la defendí con Fiona, besé a Isadora en frente de ella y se murió de celos, Fiona casi me besa delante de ella y no hizo nada, pero aún así me seguía queriendo, ¿cuánto vale un amor así? La respuesta es fácil... mi vida vale, vale mi vida. Si algo le llega a pasar a Ruby... se me viene el mundo abajo...

Algunos se pasan la vida buscando la felicidad, y cuando no la encuentran se desesperan o se resignan a ser infelices toda la vida. El problema es que la gente no entiende que la felicidad no existe en un lugar y hay que ir a buscarla, porque la felicidad siempre está en una charla, en un amigo, en una mirada, en una sonrisa...

La felicidad es algo tan simple que a veces no nos damos cuenta que está, y ese es el problema, ese fue mi error.

Pasta a la puttanesca mientras un conde malvado esperaba en la mesa ansioso junto con sus demás compañeros de teatro. Su dulce y tierna voz que me decía las cosas más lindas que escuché en mi vida, su sonrisa de ángel, su mirada adorable, sus ojos de zafiros. Su cara adorable al llorar. Sus adorables celos y sus hoyuelos perfectos... su timidez o su mal carácter con algunos, sus hermosos abrazos... sus problemas del pasado o del presente... su empatía hacía los demás, sus sueños que predecían lo que pasaría, sus gritos al estar enojada... eso era la felicidad para mi... y recién ahora me estoy dando cuenta que sin ella... no puedo vivir.

Si algo le pasa a Ruby... yo no podría seguir siendo el mismo...

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