La Mentira Termina y el Juego Recién Empieza, parte 5

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_No puede ser... - dijo Ruby -, ahora entiendo todo.

No puedo explicar lo que Ruby Blythe sintió al leer el historial médico, fue tal su impresión que se mordió el labio inferior para comprobar de que no fuera un mal sueño. No podía entrar en su cabeza, sele hacía imposible, ese fue el momento en el cuál ella entendió todo, entendió porqué tenía ese carácter y porqué era algo violento.

En un momento escuchó que alguien se acercaba a la secretaría, por lo que guardó todo rápidamente e intentó salir de la habitación, pero justo la persona que se estaba acercando al lugar, entró a este. Para su ¿suerte? o ¿mala suerte? era Billy.

_¿Qué haces aquí? - se preguntaron al unísono.

_Vine a dejar algo que me encargó Esme, ¿tu qué carajo haces aquí? Vete - le ordenó Billy molesto.

_No - dijo firme.

_Es una orden, nadie te puede defender, eres hija única y huérfana.

_Billy, tú y yo sabemos perfectamente bien que no soy hija única. Ambos sabemos del reseteo - habló con confianza.

_Le diré a Escila y Caribdis - dijo agarrando el pomo de la puerta para irse con ellos.

_¡Alto! - gritó deteniéndolo.

_Espera... ¿qué hacías viendo mi carpeta? - preguntó al notar el objeto en la mano de la chica.

_Yo...

_¿Estabas revisando mis cosas, tarada? - preguntó molesto acercándose a Ruby, algo que a ella le asustó bastante.

Él agarró la carpeta y la dejó violentamente en el escritorio para luego agarrar a Ruby con fuerza de los hombros y sacudirla.

_Billy, quiero ayudarte, nada más - habló con miedo.

_¡YO NO NECESITO AYUDA DE NADIE! - gritó apretando más sus hombros -. ¡VETE! ¡NO QUIERO VOLVER A VERTE EN MI PUTA VIDA! ¡NUNCA NECESITÉ AYUDA DE NADIE! - volvió a gritar soltando los hombros de Ruby.

_Ahora se por qué eres así - dijo la chica más tranquila.

_Vete, no quiero verte más - dijo Billy sentándose en la silla de Esme mientras se tapaba la cara para llorar.

_Billy, no tengas vergüenza... es más normal de lo que tú crees, se que tal vez debió ser duro para ti - habló Ruby.

_Nunca nadie me ayudó, ni cuando me maltrataban en casa, ni cuando mi padre tomaba, ni cuando se burlaba de mi en la escuela, ni nada... nunca me ayudaron - sollozó mientras se seguía tapando la cara -. Ni cuando ese hombre entró a mi cuarto en una fiesta que mis padres organizaron - comenzó a llorar -... yo tenía ocho años y me estaba cambiando para estar en la fiesta, entró mientras que yo me abrochaba la camisa, cerró la puerta con llave y se aprovechó de mi, de mi edad - lloró más -, me obligó a callarme o si no me mataría a mi y a mis padres... me sacó la camisa y el pantalón y... - el se detuvo solo a lo que Ruby decidió abrazarlo, era la primera vez que lo veía tan débil, era cómo un muñeco de porcelana, que apenas tocaba el suelo... se rompía -. Te juro que traté de defenderme sin hacer ruido porque temía que le hiciera algo a mis padres. ¡ERA MÁS FUERTE QUE YO Y...! - Ruby no lo dejó terminar.

_Billy basta, no quiero que revivas ese momento, por favor - le rogó a punto de ponerse a llorar.

_Tenía ocho años... era un niño - siguió llorando -. Me tiró a mi cama y comenzó a... - siguió llorando al recordar que un amigo de su padre... abusó y lo violó a su tan corta edad.

Tan diferentes pero tan igualesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora