Plomo

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Ya era de noche y Luz esperaba a los mellizos Martinelli, esta caminaba por su cuarto en círculos... mientras que Thomas salía de su cama al notar que todos estaban dormidos, pero no todos lo estaban... Duncan estaba despierto pero fingía muy bien... apenas notó que Thomas salía del cuarto, este lo siguió.

El chico con cabellos platinados, caminó silenciosamente por los pasillos del colegio mirando a sus alrededores para comprobar de que nadie lo estaba viendo. Duncan lo seguía mientras se escondía detrás de unos muebles que habían en el camino...

Lo siguió hasta que él chico llegó a un pasillo desconocido para el Quagmire, Duncan estuvo siguiendo a Thomas por todo el colegio sin que el chico se diera cuenta, porque algo que caracterizaba a el chico Martinelli, era que era muy distraído y se notaba mucho...

Thomas entró al cuarto y Duncan se quedó afuera por las dudas. Cuando el chico entró, vio a Luz sentada en los pies de la cama.

_¿Me esperabas belleza? - le preguntó Thomas mientras le sonreía.

_En tus sueños - rio ella parándose de la cama.

_En mis sueños, ya somos abuelos - sonrió este para luego darle un pico.

_Basta Thomas - dijo alejándolo de ella -, no somos nada.

_Todavía - corrió el chico mientras su sonrisa no se borraba de su rostro -. Estrella tardará en llegar por lo que...

Él solo se acercó rápidamente hacía la chica y comenzó a besarla apasionadamente, ella al principió se resistió hasta que logró separarlo de ella.

_Esta vez no - dijo señalándolo con el dedo índice.

_Te encanta que te bese, ¿no? - le preguntó pícaro.

_No - respondió seria.

_Pero antes bien que amabas que yo te metier... - ella no lo dejó terminar ya que decidió callarlo de un beso, era la única forma de callarlo.

_Cállate idiota - le dijo molesta.

_Amabas eso - dijo pícaro.

_Eso era cuando éramos pendejos, ya no lo somos - dijo.

_No, pero podemos volver a eso - dijo pícaro.

_Basta y esperemos a tu hermana - dijo seria mientras se sentaba en su cama otra vez.

Thomas se sentó al lado de ella y la miró con una sonrisa pervertida.

_No pasará lo que tu quieres que pase - le dijo seria -. Sabes que estoy con Duncan.

_¿Y qué? El está reseteado y no se enterará. Un besito, nada más - pidió poniendo cara triste.

_Eso dijiste la primera vez que nos conocimos a los trece años - dijo seria - y sabes que pasó así que NO.

_Éramos pendejos hormonales, nada más... aunque las hormonas se alteran más a los catorce o quince - aclaró él.

_Bueno, pero igual, no es no, déjate de joder pendejo - le dijo dándole un zape en la cabeza.

_Bien - rodó los ojos.

Se quedaron callados esperando a Estrella quién llegó minutos después, mientras que Duncan seguía escondido detrás de un mueble de madera, hasta que vio como Estrella llegaba, la chica caminaba mientras veía a su alrededor para comprobar de que nadie la siguiera, entró al mismo cuarto que entró Thomas.

Duncan se acercó a la puerta y apoyó el oído en la puerta para oír todo...

_Vamos y hablamos - dijo Luz al ver que Estrella había entrado al cuarto.

Tan diferentes pero tan igualesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora