El Final, parte 2

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Los huérfanos le llevaron ceviche al conde quién estaba encerrado en la jaula, se arrodillaron para sacarle el pañuelo de la boca.

_Ja ja ja - dijo él - ¿Qué quieren? ¿Me trajeron un daiquiri de plátano? - preguntó Olaf.

_Estamos en una isla, ¿en donde piensas que vamos a conseguir un daiquiri de plátano? - le preguntó Ruby.

_Te trajimos ceviche - respondió Gibert dándoselo.

Él solo empezó a comer feliz de tener comida.

_¿Qué es esto? Es una espina - dijo el sacando la recién nombrada de su boca - ¿Intentas matarme? Estoy impresionado.

_No nos vendría mal matarte - murmuró Gilbert.

_Queremos que nos digas la verdad sobre Ishmael - dijo Klaus cruzado de brazos mientras Ruby le daba el ceviche.

_Vaya que son inteligentes - dijo sarcásticamente -. Al principio no lo reconocí con esa estúpida barba pero el si me reconoció a mi y por me encerró, porque no quiere que revele varios de sus secretos - explicó Olaf.

_¿Cuales secretos? - preguntó Klaus.

_Se los diré si me dejan salir - dijo Olaf mirándolo.

_Primero dinos y luego te dejaremos salir - discutió Ruby.

_Déjenme salir primero - siguió él.

_Díganos primero - dijo Gilbert.

_¡Déjenme salir! - dijo Olaf.

_Ishmael dejará que se ahogue, si no nos dices lo que sabes morirá - explicó Ruby.

_¡Por supuesto que moriré! Todos moriremos en algún momento, así es el mundo - respondió él -. Ishmael me encerró aquí pero si me dejan salir, podré aventajarlo y entonces pueden ser mis secuaces y tomaremos este bote y navegaremos de regreso a donde está la acción - explicó Olaf.

_No queremos ser tus secuaces, no queremos jugar tus juegos - dijo Ruby cruzada de brazos.

_Vamos - dijo Klaus.

_¿Al menos pueden traer una manta? - preguntó Olaf mientras veía como los huérfanos se escapaban.

Ellos caminaban por la arena callados, y Ruby tan pensativa como siempre hasta que sintió como unas manos tocaban sus brazos, era Klaus.

_¿Qué sucede? - le preguntó Klaus.

_El conde, me da pena, el no es una mala persona, solo está equivocado - explicó ella en un tono tierno -. No merece morir así, ¿podemos llevarle una manta? Hace frio.

_Ruby... - dijo Gilbert acercándose a su hermana - ese hombre es el culpable de toda nuestra mala suerte y aún así quieres ayudarlo, ¿Por qué?

_Porque le tomé cariño aunque no lo creas y no me vengas con tus estupideces del síndrome de Estocolmo, puede ser pero igual le tomé cariño a Olaf - respondió la niña.

_¿Le vamos a llevar la manta? - les preguntó Violet.

Ruby miró con ternura a su hermano y este no se resistió a su mirada.

_¡Te juro que odio cuando me pones esa mirada! ¡Sabes que no puedo negarte nada cuando me miras así! - le dijo Gilbert a su hermana - Está bien, pero vas con Klaus.

Ruby asintió emocionada y fue a una tienda a buscar una manta y con Klaus fueron los dos hasta donde estaba el conde, ya estaba anocheciendo y la temperatura bajaba un poco al anochecer. Ruby y Klaus le llevaron al conde quién la aceptó con gusto.

Tan diferentes pero tan igualesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora