Un Regreso No Esperado

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El sol había salido. Cada uno estaba en su cama, calentitos. Ruby no había hablado con Jane, Luna y Clara ya que no tuvo tiempo...

La noche anterior no pudieron hacer la reunión de amigas ya que Ruby estaba muy cansada, era cansador estaba en el hospital, cuando la chica apenas apoyó su cabeza en la almohada y cayó completamente dormida. Mientras que las demás solo se quedaron despiertas un rato...

La noche fue tranquila para todos, solo que Luz no pudo dormir en toda la noche ya que tenía varias cosas en su cabeza... su cumpleaños, la verdad de Gilbert, Ruby y Dylan... tenía miedo de que se enteren de quien es hermano de quien..., tenía esas y más dudas.

Ya eran las cinco y media de la mañana y Luz seguía sin poder pegar un ojo, se quedó toda la noche mirando el techa imaginando cosas que jamás pasarían. Se paró de la cama y fue a la cocina a buscar un vaso con yogurt ya que la sed y las ganas de tomar algo, eran enormes.

Salió de su cama y se puso sus pantuflas para salir del cuarto. Violet dormía boca abajo al igual que Isadora, Stacey dormía sobre su estómago, con ambos brazos estirados a la altura de la almohada, y Dolores dormía boca arriba mientras tenía su crema facial puesta. Mientras que en el cuarto de Ruby todo era casi igual... Prissy dormía abrazada a su almohada, Jane abrazaba su oso de peluche, Clara se chupaba el dedo pulgar, mientras que Ruby solo se acurrucó en su cama con sus mantas arriba de ella.

Luz salió del cuarto con sus cabellos algo enredados pero no tanto, su piel pálida hacía que sus ojos marrones verdosos brillaran con el sol, su cabello castaño pero casi rubio se notaba con los rayos del sol. No tenía ganas de ver a nadie, quería estar sola y callada.

Odiaba su cumpleaños, y no era porque la pasaba en un internado, lo odiaba por otro motivo. Apenas entró a la cocina y se sentía la tranquilidad, era raro sentir eso en ese lugar el cuál era tan ruidoso. Aunque el lugar más ruidoso era el comedor que estaba al lado de la cocina, en medio de ambos había un gran marco de madera de roble. Buscó en la heladera y agarró la bolsa de yogurt de vainilla, agarró un vaso de plástico y puso el líquido ahí.

Se sentó en una de las mesas del comedor y se puso a tomar su yogurt líquido, después de unos segundos escuchó la puerta abrirse, se escondió abajo de la mesa y se tapó con el mantel de esta, movió la tela para poder ver quién era... era un chico de su altura, cabello de color castaño, Luz rápidamente pensó en uno de los trillizos Quagmire.

Cuando el varón se dio vuelta y eso permitió que Luz sonriera de costado al saber que se trataba de Duncan, ya que Quigley no estaría esa hora despierto. La castaña salió de debajo de la mesa y se acercó a él sigilosamente.

_¿Qué haces a esta hora despierto? - le preguntó Luz cruzada de brazos.

_¡Ay idiota! - rio Duncan tocándose el pecho -, me asustaste - rio.

_Esa era la idea - sonrió -. No respondiste mi pregunta.

_Tuve una pesadilla, ¿y tu?

_No podía dormir, ¿por qué viniste a la cocina?

_Porque quería tomar un vaso de leche caliente - dijo (no malpiensen gente).

_Yo no dormí en toda la noche... no pude - explicó caminando hacía una mesa para sentarse arriba de esta.

_¿Que te tenía despierta? - preguntó acercándose a ella.

_Muchas cosas - se limitó a responder -. ¿Te quieres quedar conmigo? - le preguntó al notar que se sentaba al lado de ella.

Tan diferentes pero tan igualesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora