CAPÍTULO 30: Sorpresa

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Llevaba tres días sin ver a Jimin por culpa de los malditos trabajos de Dibujo Técnico. La profesora no paraba de ponerle problemas y tenía que quedarse durante los descansos deshaciendo y haciendo de nuevo. Sabía que el rubio practicaba danza todas las tardes y quería darle una sorpresa, pero no conocía su horario, así que decidió escribirle a Taehyung.

 Sabía que el rubio practicaba danza todas las tardes y quería darle una sorpresa, pero no conocía su horario, así que decidió escribirle a Taehyung

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Terminó de comer, lavó los platos y se metió en la ducha

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Terminó de comer, lavó los platos y se metió en la ducha. Salió con la toalla rodeándole la cintura y se paró frente a su armario.

- ¿Qué debería ponerme? - se cuestionó en voz baja.

La cabeza de su primo se asomó por la puerta.

- ¿Vas a salir? - le preguntó.

- Si hyung, prometo no llegar tarde. - miró a su primo con ojitos de Bambi. El mayor rió.

- ¿Necesitas ayuda con la ropa? - le dijo señalando su armario.

- ¡Sí, por favor! - suplicó el menor.

Los dos chicos se pusieron a buscar. Namjoon era realmente bueno haciendo conjuntos, se notaba que Jin había influenciado positivamente en él en cuanto a estilismo.

- Creo que así vas genial. - dijo observando a su primo en el espejo.

Llevaba un vaquero ajustado con cortes en las rodillas, una camisa ancha de cuadros azules y blancos y debajo de esta una camiseta ajustada básica negra. Encima llevaba una chaqueta de cuero negra y como siempre, sus botas negras militares.

Namjoon cogió un gorro negro del perchero y se lo puso.

- Ahora sí, perfecto. - dijo orgulloso el mayor. - Jimin va a babear cuando te vea. - el menor lo miró confundido a través del espejo.

- Yo lo sé todo, primito. - le dijo palmeándole la espalda. - Me voy, tengo que recoger los libros de la facultad. Pásalo bien y ten cuidado. - Namjoon se giró y salió por la puerta.

- Si hyung. - le respondió Jungkook

- ¡Y usa condón! - gritó el mayor antes de salir de casa.

- Idiota. - susurró con una sonrisa.

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Caminaba por las calles de Seúl con el GPS encendido, Taehyung le había mandado la dirección de la Academia de Baile. Salió con tiempo por si acaso se perdía y efectivamente, se perdió. Pero no le costó demasiado encontrar el camino correcto.

Faltaban quince minutos para las seis de la tarde y decidió esperar fuera, los chicos aún estarían en sus clases oficiales y no quería molestar. Había quedado con Taehyung en que saldría a darle el encuentro en cuanto se quedasen solos.

Se puso a trastear en su móvil para matar el tiempo, tratando de calmar los nervios que sentía. Le hacía mucha ilusión ver a Jimin bailando, Hoseok le había dicho que era realmente bueno.

Unos minutos después, vio a gente salir y Taehyung apareció entre ellos corriendo. Le hizo señas con las manos para que entrase en silencio. Jimin y Hoseok estaban sentados en el suelo descansando y cogiendo aire.

- ¡Mirad a quien me he encontrado! - los chicos giraron la cabeza en dirección a la puerta. Tae tenía una sonrisa de oreja a oreja en el rostro. Se echó a un lado para abrirle paso al menor.

Jungkook atravesó la puerta y entró en la sala de prácticas. El mayor de los chicos se levantó rápidamente para saludarlo, Jimin seguía sentado en el suelo con los ojos como platos y la mandíbula desencajada. Miró a Taehyung y este se encogió de hombros.

La figura de Jungkook se paró delante de su cara. - ¿No me saludas? - le preguntó sonriendo desde arriba mientras le extendía la mano para ayudarlo a levantarse.

Jimin recorrió con descaro todo el cuerpo del menor con la mirada hasta llegar a su cara, lucía increíble así vestido. Agarró su mano y Jungkook lo levantó de un impulso. Sus caras quedaron a centímetros de distancia. Notó como sus mejillas ardían por la cercanía, giró un poco la cara evitando su mirada y le dio un abrazo. El mayor lo rodeó por la cintura y lo levantó.

Jimin sentía su cuerpo derretirse en los enormes brazos del menor, lo cargó apenas unos segundos pero su corazón iba a mil por hora. Taehyung y Hoseok los observaban divertidos desde la otra punta de la sala, fingiendo buscar música para poner.

- ¿Qué haces aquí? - le preguntó el rubio sonriente cuando lo bajó.

- Quería darte una sorpresa ya que no he podido verte estos días y además te prometí que vendría a verte bailar. - su corazón palpitaba con fuerza.

- Jimin. - lo llamó Hoseok. Él se giró para mirarlo. - Ya que ha venido Jungkook ¿por qué no le enseñas tu solo?

- No, no... - el menor negó efusivamente con las manos. - Me da vergüenza hyung.

- ¡Oh vamos Chim! - se quejó el menor.

- Minnie, eres consciente de que vas a presentarlo en el próximo recital, ¿verdad? - le preguntó Tae, él asintió nervioso. - Entonces qué mejor que empezar a tener público.

- Vamos Jimin, dame el gusto de verte bailar. - le suplicó el pelinegro juntando las manos y mirándolo con ojos tiernos.

- Está bien, chantajista. - resopló y empezó a quitarse los zapatos. Taehyung se acercó a ellos.

- Oye Jungkook, ¿por qué no lo grabas? - le dijo. - Así Jimin puede ver si tiene fallos o necesita cambiar algo. - Jimin lo miró con una ceja arqueada.

- De hecho es buena idea. - lo apoyó Hoseok. - nosotros no podemos grabarlo porqué tenemos que ayudarlo con las telas. - Jungkook asintió feliz y sacó su teléfono.

Taehyung lo miró y le guiñó un ojo.

No me sueltes [JIKOOK]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora