La semana pasaba con una lentitud abrumadora, ni siquiera podía entretenerse estudiando porque ya había terminado los exámenes. Tampoco podía contar demasiado con Jungkook, porque era él ahora quién los tenía.
Se centró en ensayar y ensayar más horas que nunca durante los últimos días, no podía permitirse ni el más mínimo error.
- Jimin ya está bien por hoy. - le dijo su profesor preocupado. - He perdido la cuenta de las horas que llevas aquí, necesitas estar descansado para mañana.
- Si señor Choi. - respondió haciendo una reverencia y se dirigió a recoger sus cosas.
- Recuerda que el ensayo general es a las 6. No quiero vete practicando ni antes, ni después. - le ordenó. - Debes guardar energías para el viernes.
Jimin asintió con la cabeza mientras se colgaba su mochila al hombro.
- Buenas noches señor Choi. - dijo haciendo de nuevo una reverencia antes de salir.
Caminaba apresurado hacia su casa, eran más de las nueve de la noche aún tenía que ducharse y cenar y al día siguiente tenía clases. Iba tan concentrado que ni siquiera se dio cuenta de que alguien lo seguía de cerca.
Sintió un brazo rodearlo con fuerza por la cintura y una mano taparle la boca para impedirle gritar. Su sangre se heló y sintió el pánico recorrer su cuerpo.
- ¿A dónde vas tan solo precioso? - susurró el extraño en su oído. Jimin sonrió sintiendo como su cuerpo se relajaba al reconocer su voz. El chico lo giró con fuerza para ponerlo frente a él.
- ¿Qué haces aquí? - le preguntó aún sonriendo. El pelinegro se acercó a su boca y lo agarró por la nuca, atrayéndolo a él.
- No aguantaba más tiempo sin verte. - dijo bajito sobre sus labios.
Sus bocas se unieron en un beso desesperado, sus lenguas jugaban con deseo. Se veían a diario, pero preferían mantener la compostura frente a los demás, así que no tenían muchos momentos de intimidad.
- Jungkook, estamos en mitad de la calle. - advirtió Jimin tratando de frenar un poco.
El menor lo miró levantando una ceja, observó su alrededor, se agachó y lo agarró por las piernas para cargarlo en sus hombros.
- ¿¡Qué haces!? - gritaba el rubio intentando zafarse del agarre. Jungkook reía a carcajadas.
- Cállate Jimin, la gente va a pensar que te estoy secuestrando. - respondió dándole un azote en la nalga. El rubio se quedó callado.
Se adentró en un callejón oscuro y solitario y bajó al mayor de sus hombros.
- ¿Qué haces? - le preguntó mirando a su alrededor temeroso, no le gustaba ese sitio tan oscuro.
Jungkook sonrió con picardía y se acercó a él, pegándolo contra la pared. Recorrió su abdomen y su pecho acariciándolo por encima de la ropa, subió hasta su cuello y lo agarró con firmeza, pero sin apretar.
- Te dije que no aguantaba más. - le respondió antes de acercarse a él para besarlo sin soltar su cuello.
Jimin sintió la erección del pelinegro dura contra su abdomen y cerró los ojos. La lengua de Jungkook invadía su boca desesperada y sentía como su cuerpo se calentaba con cada roce. Su miembro comenzaba a despertar bajo su ropa y el menor lo noto rápido.
- No te imaginas lo mucho que me pones Jiminssi. - susurró con voz grave en su oído. El rubio no pudo evitar gemir al escucharlo, Jungkook apretó suavemente su cuello.
Bajó su mano hasta el miembro del menor y lo apretó con fuerza, sentía cada vez más ganas de tenerlo dentro.
- Fóllame. - le pidió con la sensualidad que volvía loco a Jungkook.
No necesitó repetirlo dos veces, el menor desabrochó su pantalón y lo giró contra la pared, Jimin gemía en voz baja derritiéndose de placer. La lengua de Jungkook se paseaba por su cuello, mientras con una mano aún lo sujetaba. Deslizó sus pantalones y sus bóxer con la otra mano dejándolos a la altura de las rodillas.
Se despegó un poco de él para desabrocharse sus pantalones, observó el cuerpo semidesnudo de Jimin y no pudo evitar morder sus nalgas con deseo.
- Debería ser ilegal tener un culo así Jiminssi. - le dijo apretándolo con fuerza. Acercó dos dedos a la boca del mayor, que comenzó a lamerlos al instante. Cuando estuvieron lo suficientemente mojados, los introdujo uno a uno en la entrada del mayor, dilatándolo con rapidez.
- Hazlo ya. - le pidió Jimin desesperado un par de minutos después. Jungkook escupió sobre su propio miembro y lo deslizó con suavidad sobre la entrada del rubio. Se quedó quieto unos segundos para dejarlo adaptarse a su grosor.
Jimin dobló su espalda, levantando un poco su trasero y apoyó las manos en la pared para no golpearse la cabeza, el menor se estremeció ante la vista que tenía frente a él. Tuvo que agacharse un poco para poder penetrarlo bien, pero no le importaba, era incapaz de sentir algo que no fuera placer en ese momento.
El sonido de su pelvis golpeando contra el culo del mayor lo volvía loco, lo agarró por la cintura con fuerza para penetrarlo con más profundidad. Jimin trataba de acallar un poco sus gemidos, no podía olvidar que seguían estando en la calle.
Jungkook sentía como le fallaban las piernas tras cada estocada, el mayor lo sintió y comenzó a mover sus caderas contra él, ayudándolo.
- Dios, Jimin... - el menor se quedó estático observando sus movimientos y como su miembro se deslizaba dentro de él. Apretaba sus nalgas con fuerza sintiendo como una corriente eléctrica recorría su cuerpo. - Me voy a venir. - advirtió, y el mayor comenzó a moverse con más velocidad, exagerando más los movimientos.
Los gemidos roncos de Jungkook rebotaban por todas las paredes del callejón mientras Jimin sentía como su pene bombeaba semen dentro de él.
El pelinegro lo agarró con brusquedad la cintura y lo giró, se abrochó los pantalones y se agachó frente a él.
Comenzó a lamer su miembro, recorriendo con su lengua cada centímetro de su erección. Jimin se retorcía dejándose caer en la pared y sujetando con una mano la cabeza del pelinegro.
Gemía desesperado sintiendo las estocadas que el menor le proporcionaba con su boca, Jungkook era realmente bueno haciéndolo sentir placer.
Sentía como un hormigueo comenzaba a recorrer su bajo vientre y apretó la cabeza del menor contra él, para penetrar su boca con más fuerza.
El menor tosió, atragantándose con su semen, pero continuó succionando con fuerza. Los gemidos de Jimin se oían por todas partes.
- ¿¡Quién anda ahí!? - gritó una voz desconocida. El rubio subió sus pantalones rápidamente mientras Jungkook se ponía de pie. Se miraron confundidos. - ¿¡Quién está ahí? He llamado a la policía ¡Degenerados!
Las pisadas del desconocido se oían cada vez más cerca, el pelinegro agarró con velocidad la mochila de Jimin del suelo.
- ¡Vamos! - le dijo bajito tirando de su brazo. Y salieron corriendo por el callejón.
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Capítulo dedicado a mi Strawberry2102 😝 Gracias por animarme y apoyarme con esta locura, te quiero muchísimo 💜
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No me sueltes [JIKOOK]
FanfictionLa vida separó a Jimin y Jungkook, después de una infancia llena de cariño y amistad. Años después, ella misma se encargó de volver a unirlos. Pero nunca vuelve quién se fue, aunque regrese. ¿Podrían mantener la amistad que construyeron en un pasado...