CAPÍTULO 51: Siete

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Estuvieron toda la noche cantando y riendo alrededor de una fogata improvisada. Descubrieron el talento oculto de Jin como cantante y quedaron fascinados con él. Hasta Taehyung, con quién compartía casa, y Namjoon, con quién compartía cama, se sorprendieron al escucharlo cantar. Nunca lo había hecho en público.

- Podrías dedicarte a esto. - le dijo convencido Yoongi a su amigo. - No entiendo que haces en la Escuela de Cocina teniendo una voz así. - el mayor negó con las manos riendo.

- Es solo un hobby. - respondió. - Mi sueño es ser el mejor chef de Corea. Pero creo que nuestro Jungkookie tiene futuro en la música.

El menor se sonrojó al escuchar las palabras de Jin y los murmullos de aprobación del resto de los chicos.

- Ya le dije que cuando sea un gran productor estaré encantado de producir su música. - dijo Yoongi dándole un par de palmadas en la espalda.

- ¡Oye, se supone que éramos un equipo! - protestó Namjoon. Ambos chicos compartían el mismo sueño y estudiaban la misma carrera, aunque Yoongi iba un año por delante al ser mayor.

A Jimin le fascinaba escuchar a sus amigos hablar de sus sueños y de sus planes de futuro. Él supo desde que empezó a bailar que quería dedicarse a eso toda la vida y aunque sabía que era difícil, tenía claro que lucharía por conseguirlo. Por eso se esforzaba por mejorar cada día, practicando una y otra vez para su próxima presentación. La primera que haría en solitario.

Las horas pasaron y los chicos comenzaron a sentir el cansancio, eran las tres de la madrugada. Se levantaron y recogieron todo.

- Yo voy a dormir con Tae en la caseta de campaña hoy. - avisó Yoongi. - Podéis repartiros como queráis en las cabañas.

Hoseok miró al resto de sus amigos indeciso.

- ¿Quién no se va a comportar como un hormonal esta noche? - preguntó señalando a las dos parejas que lo miraban riendo.

- Duerme con nosotros hyung. - dijo Jimin agarrandolo del brazo. - Esos dos van de dignos, pero son los peores.

Namjoon soltó una carcajada y Jin le sacó la lengua. Yoongi apareció para darle la razón al rubio y volvió a entrar en su caseta.

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Acariciaba el pelo negro del menor que se quedaba dormido sobre su pecho. Hoseok ya dormía profundamente en la cama del otro lado.

- ¿Cómo te acordaste de la canción? - le preguntó bajito a Jungkook sin dejar de acariciarlo.

- Nunca me olvidé. - respondió este sin abrir los ojos. Jimin sonrió con ternura.

- Nunca supe lo que decía hasta hace un par de años. - el menor se incorporó un poco para mirarlo. - Al menos no entera.

- Yo lo supe desde el principio. - le confesó. - Por eso te la cante aquel día.

Jimin lo miró sorprendido. El pelinegro volvió a recostarse en su pecho y continuó hablando.

- Supongo que siempre estuve enamorado de ti, pero era demasiado pequeño para entenderlo. - explicó. - Namjoon me abrió los ojos. Cuando le enseñé tu regalo me dijo que nadie escribía esas cosas sobre un simple amigo, y tenía razón. Tú nunca fuiste solo un simple amigo.

El mayor sonreía escuchando las palabras de Jungkook y se animó a confesarle algo.

- ¿Sabes cómo me di cuenta que me gustaban también los chicos? - el menor negó con la cabeza. - Fue después de que me besaras aquel día en el parque.

Jungkook volvió a levantar la cabeza y lo miró con cariño.

- Yo no sé si me gustan los chicos, pero definitivamente me gustas tú. - le dijo dejándole un tierno beso en los labios, idéntico al de aquella vez.

Jimin adoraba esos momentos con el pelinegro, pero no podía dejar de pensar que acababa de salir de una relación de muy mala manera y no se sentía preparado para meterse en otra.

No quería ser egoísta, sabía que tenía que hablar con él y explicarle cómo se sentía. Pero por un día, prefirió ignorar todo y simplemente disfrutar del cariño y la compañía que Jungkook le brindaba.

Esa noche no hubo sexo, ni calenturas ni tocamientos. Se limitaron a abrazarse, a sentirse uno al otro, a dormir acurrucados como tantas otras veces habían hecho.

Los dos se querían, se querían mucho, pero eran conscientes de que el amor no es suficiente y de que las cosas no serían fáciles. Tenían una vida por delante, sueños que cumplir y metas que alcanzar. Ambos eran demasiado jóvenes como para asegurar que ese amor sería para toda la vida.

El menor sentía sus ojos cerrarse, Jimin había dejado de acariciarle el pelo y el sueño lo vencía. De repente la voz de su padre repitiendo su frase de siempre, resonó en su cabeza:

- Lo que tenga que ser, será, hijo.

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Despertar y ver a Jungkook había sido siempre una de sus cosas favoritas. Ver dormido al menor le transmitía una enorme calma.

El fin de semana llegaba a su fin y Jimin no se sentía preparado para afrontar de nuevo la realidad, quería quedarse en ese maravilloso camping con sus amigos para siempre.

- Levántate Jiminie. - le dijo Hoseok acercándose a su cama. - Los chicos ya están preparando el almuerzo y tenemos que recoger todo para irnos pronto.

El rubio asintió, se frotó los ojos y despertó a Jungkook, que se quejaba como un bebé porque quería seguir durmiendo.

- Tenemos que comer para irnos, Kook. - Jimin acariciaba la cara del menor que luchaba por abrir los ojos. - El camino de vuelta es largo y no vamos a dejar que los chicos conduzcan de noche.

Jungkook se desperezó y salió de las sábanas muy a su pesar. Se abrigaron y caminaron hasta la mesa que había sido de ellos durante todo el fin de semana.

- No me apetece para nada volver. - dijo Taehyung mientras masticaba. El resto de chicos asintieron de acuerdo.

- Podríamos hacer esto de vez en cuando, - sugirió Yoongi. - viajar los siete juntos.

- ¿Y yo soy el aguantavelas oficial del grupo? - preguntó Hoseok haciéndose el ofendido. Los chicos se echaron a reír.

- Hyung sabes que en mi cama siempre habrá un sitio para ti. - le respondió Taehyung con picardía. Yoongi resopló y rodó los ojos.

Cuando terminaron de comer, recogieron todas las cosas y se dirigieron a las cabañas para preparar sus mochilas.

- ¿Volvemos en los coches tal y como vinimos, no? - preguntó Namjoon. Jin asintió.

- Ha sido genial este fin de semana, gracias a todos de nuevo. - agradeció Jimin antes de despedirse de sus amigos.

- Ya he creado un chat grupal, así podemos mantenernos todos en contacto a la vez. - dijo Hoseok mostrando su teléfono.

Se subieron a los coches tal y como habían llegado dos días antes, los hermanos Kim con Jimin en uno y el resto de los chicos en otro, conducido por Namjoon, y partieron de vuelta a casa.

Lo bueno dura poco.

No me sueltes [JIKOOK]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora