No me sueltes [JIKOOK]

CAPÍTULO 31: Magia

Pura magia. Eso era Jimin cuando bailaba.

Cada movimiento de sus brazos, la forma en que deslizaba sus piernas, como su cintura se mecía al ritmo de la música. Su mirada era penetrante, no había en sus ojos ni un atisbo de inseguridad. Jimin se transformaba cuando bailaba, era como ver a un ángel abrir las alas por primera vez.

Era mágico, de pies a cabeza.

Jungkook no fue capaz de apartar la mirada de él ni un solo segundo, ni siquiera era consciente de sí su teléfono estaba enfocándolo bien o no. Sus retinas grababan a fuego cada movimiento que Jimin hacía. Había visto a mucha gente bailar, pero nunca a nadie bailar como él.

El rubio giró varias veces sobre sí mismo con la tela blanca enredándose en sus piernas de una manera sublime y la lanzó al aire. En ese momento la música paró. Hoseok y Taehyung aplaudían y vitoreaban desde el otro lado, Jungkook no sabía cómo reaccionar, verlo bailar lo había dejado sin palabras.

Los chicos se acercaron a Jimin felicitándolo, vio a Taehyung limpiándose las lágrimas de la emoción. Jungkook se levantó y caminó hacia ellos. Los chicos se apartaron al verlo. El pelinegro colocó sus manos sobre las mejillas de Jimin. El silencio y la tensión se adueñaron de la sala.

- ¿De verdad eres real Park Jimin? - le preguntó palpando sus mejillas. El rubio sonrió con timidez y sus ojitos se cerraron. Hoseok y Taehyung se miraron cómplices. - No, no puedes ser real.

- Qué dices mocoso. - le respondió con ternura apoyando sus manos encima de las del menor.

- Te lo digo en serio Jimin. Eres mágico, eres un ángel. Jamás en mi vida había visto a alguien bailar así. - le dijo Jungkook con sinceridad.

- ¡Estás exagerando muchísimo! - contestó el rubio. Taehyung rodó los ojos.

- ¡No exagera Jimin! Hobi hyung y yo te lo decimos todos los días. - intervino - Por Dios, ¡Me haces llorar cada vez que bailas!

Los chicos soltaron una carcajada.

- ¿Quieres ver la coreografía de los tres? - preguntó el mayor a Jungkook.

- Por supuesto hyung. - el menor volvió al sitio desde el que había observado a Jimin y preparó su teléfono para grabar otra vez. Esta vez a los tres chicos.

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Hoseok los llevó a todos a casa, no quería que se fueran caminando. Abrió la puerta y encontró a su primo y a Jin jugando a la Play.

-¡Hola! - saludó emocionado al entrar. Los chicos se giraron.

- ¿Y esa felicidad? - le preguntó el mayor riendo. Namjoon pausó el juego.

- Vengo de ver a los chicos bailar, son muy buenos. - Jin lo miró extrañado. - Hoseok, Taehyung y Jimin. - aclaró.

- ¿Y por eso vienes tan feliz? - preguntó su primo de forma juguetona. - ¿Nada más?

- ¿De qué me estoy perdiendo? - se quejó el mayor. - Jungkook se quitó su chaqueta y soltó sus cosas en la mesa.

- De nada hyung. - negó.

Caminó hasta su habitación y comenzó a desvestirse, se puso el pijama y llevó su ropa al cesto de la ropa sucia. Luego volvió al salón con los chicos y se sentó en el sillón observando como jugaban.

Su teléfono vibró, era Taehyung.

Jungkook soltó una carcajada y bloqueó su teléfono, ese chico de verdad era un caso.

- Oye hyung. - llamó la atención de su primo.

- ¿Mmmh? - el mayor no despegó la vista de la pantalla.

- ¿Alguno de los chicos sabe tocar la guitarra? - preguntó.

- Yo sé un poco - respondió Jin - pero Yoongi es realmente bueno.

- ¿Y creéis que me haría el favor de tocar conmigo? - Jungkook estaba dudoso, tampoco es que conociera demasiado al chico.

- Claro. Parece borde pero en realidad es un amor de persona. - aclaró el mayor - Si quieres puedo hablar con él y pedirle que venga este fin de semana.

- Si hyung, gracias. - agradeció Jungkook sonriendo. Jin le devolvió la sonrisa.

- ¿Vas a volver a cantar? - preguntó su primo mirándolo extrañado. Había dejado de hacerlo desde que su padre murió. El menor asintió. - ¿Puedo preguntar para qué o quién?

Jungkook se echó a reír.

- Lo verás en su momento hyung.