CAPÍTULO 83: Señor Jeon

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Volvió en sí apenas un minuto después. Su madre asustada le echaba aire con las manos, mientras el señor Choi le levantaba las piernas.

- ¿Estás bien? - preguntó la señora Park al verlo abrir los ojos.

- Si. - respondió Jimin incorporándose en el sofá. - No me esperaba una noticia así.

- Tómatelo con calma Jimin, aún tienes que terminar tus estudios. - aconsejó el señor Choi. - Ya tendrás tiempo de pensar si quieres hacerlo o no.

- ¿Puedo hablar con alguien sobre esto? - preguntó el rubio.

- Claro, pero que sea con tu gente de confianza. - le pidió su profesor. - Hasta que no haya una propuesta en la mesa, no deberías divulgarlo mucho. - el chico asintió de acuerdo.

Casi todos los problemas que había tenido con Jungkook habían sido a causa de la mala comunicación, y no quería que eso volviera a pasar. Tenía que hablar con él y contarle lo que estaba pasando. Pero el aniversario de la muerte de su padre sería en un par de días y no quería entristecerlo más.

Trató de disimular la ansiedad que sentía lo máximo que pudo durante esos días, excusándose en sus exámenes finales. Taehyung no le prestaba ni la más mínima atención, el chico estaba realmente nervioso por el final del curso, así que con él le resultó fácil.

La única persona con la que podría hablar del tema libremente, era su madre. No quería arriesgarse a hablar con el señor Choi y que alguien los escuchara.

- ¿Sabes que la posibilidad de que ocurra es muy alta, verdad hijo? - le preguntó la señora Park. Jimin asintió. - Tienes buenas calificaciones, eres un gran estudiante.

- Lo sé. - respondió nervioso.

- ¿Y qué harás si te ofrecen la beca? - el rubio se encogió de hombros.

- No lo sé, mamá. Sé que es una gran oportunidad, pero... - la señora Park le sonrió comprensiva.

- No quieres separarte de Jungkook, ni de tus amigos.- Jimin negó con la cabeza sintiendo como las lágrimas comenzaban a llenar sus ojos. - ¿Sabes que ellos seguirán aquí, verdad? La gente que de verdad te quiere, no te abandona porque sí.

- Lo sé. - Jihye agarró la mano de su hijo con cariño.

- Jimin, quizás no te guste lo que te voy a decir, pero tienes 18 años y una vida por delante. - el rubio la miró con tristeza. - Esta es la oportunidad que siempre soñaste tener, ¿no crees que deberías aprovecharla?

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Corrió escaleras abajo al escuchar el timbre de la casa.

- ¡Jungkookie! - gritó lanzándose sobre el menor que lo esperaba al otro lado de la puerta. El pelinegro rió abrazándolo con fuerza por la cintura.

-¿Estás listo? - preguntó al separarse de él. Jimin asintió con la cabeza.

- Voy a avisar a mamá, ¿quieres pasar a saludarla? - Jungkook entró tras él, la señora Park se acercó rápidamente a abrazarlo cuando lo vio.

- No te voy a decir que no estés triste, porque la vida no funciona así. - susurró en su oído. - Pero ríe si tienes que reír, y llora si tienes que llorar. Estoy segura de que nada le gustaría más a tu padre que saber que sigues adelante.

- Gracias por ser la mamá que nunca tuve. - respondió secando las lágrimas que mojaban sus mejillas. La señora Park acarició su pelo con cariño.

- Disfrutad mucho de la compañía que os dais el uno al otro.

Jimin agarró la mano del menor y se dirigieron hacia la puerta. Cuando llegaron a la calle, hizo el ademán de soltarse, pero el pelinegro lo apretó con fuerza. No solían ir de esa manera por la calle para evitar comentarios desagradables, así que el rubio se giró confundido.

- No me sueltes. - le pidió Jungkook con la voz llena de tristeza. Jimin le sonrió y se aferró más a su mano.

- Nunca lo haría. - respondió con sinceridad mirándolo a los ojos.

Caminaron agarrados sin importarles las miradas de desaprobación, los comentarios por lo bajo e incluso los gritos insultantes. Caminaron con la seguridad de tenerse el uno al otro.

Jimin intentaba no pensar en lo que vendría. No sabía si sería capaz de irse y dejar a Jungkook por perseguir su sueño.

Jungkook se aferraba a él como si supiera que tarde o temprano, tendría que dejarlo volar. 

Llegaron a la pizzería de siempre, donde se sentaron en la mesa de siempre y ordenaron la pizza de siempre. Luego fueron en bus hasta el parque de atracciones, donde se subieron en todas y cada unas de ellas. Comieron dulces, pasearon juntos y rieron recordando viejas historias de la infancia. Hablaron del señor Jeon y de los buenos momentos que habían pasado junto a él. Jimin adoraba recordarle una y otra vez aquel día donde lo escuchó decir una mala palabra y le estampó la escobilla del váter en la cara.

- Creo que mi padre siempre supo que estaba enamorado de ti de alguna manera. - el mayor lo miró confundido.

- ¿Tú crees? - Jungkook asintió con la cabeza.

- Quizás nunca me dijo nada con palabras, pero ahora miro atrás y entiendo muchas cosas que antes no entendía. - respondió.

- ¿Cómo qué? - preguntó Jimin con curiosidad.

- La forma en que nos miraba cuando estábamos juntos, o cuando le hablaba de ti. - explicó. - Tu madre nos mira así, también Namjoon.

- Supongo que nuestros padres fueron conscientes de cosas que nosotros no sabíamos interpretar al ser tan pequeños. - respondió el mayor encogiéndose de hombros.

- Recuerdo unas de las pocas vacaciones que pasé con Namjoon y mis tíos antes de que papá muriera. Ellos fueron a visitarnos a Londres unos días por Navidades. - Jimin lo escuchaba con atención acariciando su pelo. - Una noche hablando con mi primo me preguntó si tenía novia o novio. Yo lo miré confundido y le pregunté que como iba a tener novio, si era un chico. Él se echó a reír y me respondió con naturalidad que a él le gustaban los chicos, uno en especial.

- ¿Hablaba de Jin? - preguntó el mayor.

- Probablemente. - respondió Jungkook riendo. - La cosa es que, cuando se fueron hablé con papá sobre eso. Me dijo que las personas se enamoran de quién se enamoran, y que eso no está mal.

- Siempre tan sabio tu padre. - dijo Jimin con una sonrisa.

- Luego le pregunté qué pasaba si algún día me enamoraba de un chico y él se echó a reír. Recuerdo que me dijo 'Ya te darás cuenta de...' y se quedó callado. Yo lo miré extrañado y él cambio la frase. Me dijo sonriendo que no pasaría nada, que eso a él no le importaba.

- ¿Qué crees que quiso decir? - preguntó el rubio. Jungkook dejó caer su cabeza en el regazo de Jimin, sintiendo como la brisa acariciaba su cara.

La voz de su padre resonó dentro de su mente con claridad.

- 'Ya te darás cuenta de que lo estuviste'.

No me sueltes [JIKOOK]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora