CAPÍTULO 86: Completo

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Jungkook esperaba nervioso frente a una casa que intuía que sería la de su madre. Escuchó la puerta abrirse y la mujer de melena negra apareció con una sonrisa.

- ¿Quieres pasar? Jaesang está terminando de preparar a los chicos. - dijo acercándose a él. Jungkook asintió con la cabeza y siguió a la mujer hasta el interior de la casa. - Ponte cómodo, voy a ver si necesita ayuda con los niños.

Entró al salón que su madre le señaló, la casa parecía muy humilde pero se sentía el calor del hogar. Estaba todo decorado con flores y marcos llenos de fotos. Observó cada una con detalle. Entre las fotos de la boda y las de los niños cuando eran bebés, había una que llamó especialmente su atención.

Un pequeño Jungkook de apenas un año posaba feliz en brazos de su joven madre. Era la primera vez que veía una foto con ella, pero sabía que era él porque su cara apenas había cambiado.

- Tengo algunas más en un álbum, si quieres te las puedo enseñar. - le dijo Suna observándolo desde la puerta.

- Me gustaría verlas. - la mujer sonrió.

De repente se escucharon unos pasitos por las escaleras y una pequeña cabecita de pelo negro se asomó.

- ¡Jungkookie! - dijo la pequeña corriendo hacia él. - ¡Por fin has venido!

Mil emociones recorrieron su cuerpo cuando su hermanita se abrazó a sus piernas. Se agachó y la cargó en brazos. La pequeña sonreía feliz, como si toda su corta vida hubiera estado esperando ese momento. Suna observaba la escena con los ojos llenos de lágrimas.

- ¿Tú debes ser Yejin, verdad? - dijo dejando a la pequeña en el suelo que asintió orgullosa con su cabecita. - Estoy muy feliz de conocerte.

- Mami me prometió que algún día vendrías y has venido Jungkookie, ¡estoy muy feliz! - gritó emocionada aferrándose a sus piernas.

Segundos después el marido de su madre apareció por el salón cargando al pequeño de la familia.

- Encantado de conocerte Jungkook, soy Bae Jaesang. - dijo estrechándole la mano. - Pero llámame Jaesang. Y este es Sangwoo. - el pelinegro se acercó al pequeño que lo miraba con timidez, escondiéndose en el cuello de su padre.

- ¡Hola Sangwoo! ¿Sabes quién soy? - le preguntó emocionado. El pequeño sonrió y asintió con la cabeza.

- ¡Kookie! - dijo señalándolo con su dedito. Jungkook sonrió al escuchar ese nombre.

- ¡Si, si! ¡Es Jungkookie! - cantaba Yejin con emoción saltando por toda la habitación.

- ¿No has venido solo verdad? - le preguntó el señor Bae.

- He venido con mi primo mayor y mi... - se quedó en silencio. No sabía si tendría problemas al decir que salía con un chico.

- Tu novio, ¿no? - preguntó su madre con naturalidad. Jungkook asintió con la cabeza.

- ¿Es guapo Jungkookie? ¿Puedo conocerlo? - preguntó la pequeña tirando de su pantalón. El pelinegro se agachó a su altura.

- Claro que sí, él también tiene muchas ganas de conocerte. - respondió. - Y si, es muy guapo, el más guapo de todos. - Yejin aplaudió emocionada.

- ¿Por qué no los llamas y les dices que vengan? Podemos pedir comida a domicilio. - sugirió Jaesang.

Jungkook sacó su teléfono y escribió a Jimin. El rubio le dijo que estarían allí en unos minutos.

- Ya vienen. - avisó guardando su teléfono.

Apenas diez minutos después, el timbre de la casa sonó. Jungkook estaba nervioso por las presentaciones. Le daba miedo que surgieran malas vibras entre ellos o que alguno no fuera del agrado de otro.

- Adelante chicos. - dijo Suna abriendo la puerta. El pelinegro se acercó con rapidez.

- Ella es Suna, mi... - tragó saliva. - mi madre y él es su marido Bae Jaesang. - explicó a Jimin y a Namjoon que los miraban expectantes. - Y ellos son mis hermanitos Yejin y el pequeño Sangwoo. - los chicos los saludaron felices con la manita.

- Mucho gusto señor y señora Bae, yo soy Namjoon, primo de Jungkook. - dijo el mayor de los chicos haciendo una amplia reverencia.

- Yo soy Park Jimin. - el rubio imitó la reverencia.

- ¿Él es tu novio Jungkookie? - preguntó la pequeña con curiosidad. Jungkook asintió con la cabeza. - ¡Es guapísimo! Yo quiero que sea mi novio. - dijo cruzándose de brazos molesta.

Todos se echaron a reír con las palabras de Yejin.

- Estoy muy feliz de conoceros chicos. - respondió la madre de Jungkook. - Pasad, por favor. Estáis en vuestra casa.

Entraron juntos al salón y se acomodaron entre el sofá y los sillones. Yejin se subió corriendo al regazo de su hermano mayor. Sangwoo al verla, pidió a su padre que lo bajara para ir con él también.

El pelinegro feliz, cargaba a sus dos hermanitos, uno sentado en cada pierna. Jimin y Namjoon lo miraban emocionados, parecía que el pelinegro había encontrado en ellos algo que nunca supo que necesitaba.

- Me gustaría saber sobre vosotros. - dijo la señora Bae a los tres chicos. - ¿Estáis estudiando?

- Yo empiezo la universidad este año. - respondió Jimin tratando de ignorar el nudo en la garganta.

- Yo estudio primer año de Música. - siguió el mayor. - y a Jungkook aún le queda un año para empezarla.

- ¿Ya sabes que vas a estudiar? - preguntó el señor Bae.

- Me gusta la música, creo que estudiaré eso. - respondió el pelinegro que jugaba entretenido con sus dos hermanos.

- Jungkook canta como los ángeles. - añadió Jimin, espero que algún día tengan la oportunidad de escucharlo.

- ¿Sabes cantar Jungkookie? - preguntó su hermana entusiasmada. El pelinegro asintió con la cabeza. Jaesang se echó a reír.

- En eso te pareces a tu madre entonces. - respondió. Suna sonrió con timidez.

- ¿Usted también canta? -diko Jimin sorprendido. La mujer asintió.

- Nunca tuve el valor para dedicarme a ello profesionalmente pero siempre me gustó y creo que no se me daba mal. - confesó con las mejillas encendidas. - El papá de Jungkook... bueno a él le gustaba mucho escucharme y siempre decía que esperaba que él heredara eso de mi. Me alegra saber que su deseo se cumplió. - dijo emocionada. Jungkook sintió como las lágrimas en sus ojos amenazaban con salir.

- Él adoraba escucharlo cantar, ahora entiendo porqué. - respondió Jimin.

- No estés triste Jungkookie. - dijo la pequeña al ver los ojitos llorosos de su hermano. Sangwoo apoyó la cabecita en su pecho. - Seguro que tu papá te escucha cantar desde el cielo.

El pelinegro sonrió al escuchar esas palabras y acarició su pequeña carita.

- Hay una canción muy bonita que él me enseñó y siempre se la canto a Jimin. - confesó. - ¿Quieres que te la cante a ti? - Yejin asintió entusiasmada.

- Yo también Kookie. - pidió el pequeño separándose de su pecho para mirarlo. Jungkook se acercó a los dos colocando una mano en el oído de cada uno. El resto de los presentes los observaban llenos de felicidad.

- You're just too good to be true, can't take my eyes off of you... 

No me sueltes [JIKOOK]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora