Miraba la pantalla de su teléfono extrañado, tratando de entender lo que acababa de pasar ¿por qué Jimin le escribía tan cortante?
- ¿Va todo bien? - le preguntó Hara sacándolo de sus pensamientos.
- Si, no te preocupes. - Guardó su teléfono en la mochila y sacó su libro de filosofía. - Espero que podamos terminar esto hoy.
- Yo también, aunque me gusta estar contigo. - le respondió la chica con una sonrisa.
El trabajo se les hizo más corto y más ameno de lo esperado. Resultó que formaban un buen equipo y en menos de tres horas ya lo tenían terminado. Jungkook se sentía muy agusto con Hara, la chica era tan divertida que llegó a olvidarse de quién era hermana y por qué estaba ahí.
Volvió a casa contento, había pasado una tarde estupenda aunque la conversación con Jimin le seguía rondando la cabeza. Decidió llamarlo para asegurarse de que todo estaba bien, pero no respondió. Miró el reloj preocupado.
- Aún no son ni las siete, debe estar practicando. - pensó - Me llamará cuando termine.
Pero la llamada de Jimin no llegó, ni a las siete, ni horas después. Tampoco le respondía los mensajes, así que le escribió a Taehyung.
Cogió su abrigo y escribió un mensaje a Namjoon, que había salido con Jin, avisándolo de que estaría en casa de Jimin para que no se preocupara.
Corrió lo más rápido que pudo, la casa no estaba demasiado lejos. Ni diez minutos después llamó al timbre completamente sudado intentando recuperar el aire.
- ¡Jungkook! ¿Qué haces aquí? - Jihyun le abrió la puerta sorprendido. - No sabía que venías. - Se hizo a un lado para dejar pasar al chico que seguía intentando respirar con normalidad. - ¿Vienes corriendo? - Jungkook asintió con la cabeza.
- ¡Jungkookie cariño! - la señora Park apareció por la entrada - ¿Vienes a ver a Jimin?
- Si. - respondió recobrando el aliento. - Taehyung me dijo que está enfermo y he venido lo más rápido que he podido. Disculpe la hora.
Jihye le sonrió con ternura.
- Lleva todo el día en la habitación, no ha querido comer. - le dijo con tristeza. - Sube, seguro que se alegrará mucho de verte.
Jungkook asintió con la cabeza e hizo una reverencia a la señora Park. Subió corriendo a la habitación y tocó a la puerta de Jimin, pero no contestaba.
Abrió la puerta con cuidado y vio que el rubio se había quedado dormido. Se acercó a él con cuidado de no despertarlo y se tumbó a su lado. Aún con los ojos cerrados podía ver lo hinchados que los tenía, había estado llorando.
Acarició su mejilla con cariño y dejó un dulce beso en su frente. Jimin se removió y se acurrucó con él, como si su cuerpo supiera que estaba ahí.
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- ¿Qué haces aquí? - la voz del menor lo despertó sobresaltado, se había dormido sin darse cuenta. Jimin lo miraba confundido.
- No me respondías los mensajes. - le dijo frotándose los ojos. - Me enteré que no te sentías bien y vine. - el rubio se quedó en silencio. - ¿Por qué has llorado Jimin?
- No he llorado. - mintió.
- No me mientas, te conozco de sobra. - respondió. Jimin bufó molesto.
- Mira quién habla. - Jungkook se levantó con rapidez y se subió encima de su regazo. - ¿Qué haces?
- Sé que me viste irme con Hara. - Jimin levantó las cejas. - ¿Te has puesto celoso? - el rubio desvió la mirada, pero Jungkook le agarró la cara con una mano y lo obligó a mirarlo. - ¿Te has puesto celoso? - volvió a preguntarle con seriedad.
Jimin lo miraba con odio, a punto de estallar.
- Si. - respondió con rabia.
Jungkook lo atrajo hacia él y lo besó con brusquedad. Mordió sus labios con desesperación, apretando su mandíbula con una mano y su cintura con la otra. Se quitó la camiseta sin dejar de besarlo, agarró sus manos y las puso sobre su torso desnudo. Jimin se volvía loco acariciando sus abdominales y su pecho.
- Jamás vuelvas a ponerte celoso de nadie. - le dijo mientras mordía su cuello con desespero. - De nadie. ¿Me oyes?
El mayor gimió como respuesta, lo que hizo que Jungkook perdiera los sentidos por completo. Se levantó de la cama y se dirigió hacia la puerta.
- ¿Qué haces? - le preguntó el rubio confundido. El menor echó el seguro de la puerta y caminó hacia él con una sonrisa pícara.
- Te dije que no me gimieras así o no podría controlarme. - le respondió quitándole los pantalones.
Jimin sonrió siguiéndole el juego y se acercó a él gateando semidesnudo por la cama. Cuando llegó a la altura de su entrepierna desabrochó su pantalón con cuidado y bajó su cremallera. Jungkook tragó saliva observando desde arriba la escena.
- Vaya, ¡si alguien está despierto!. - dijo el rubio con sensualidad acariciándole su erección por encima del bóxer. - ¿Crees que querrá jugar conmigo?
El pelinegro se derretía ante el descaro de Jimin, le fascinaba cómo podía pasar de ser una ternura con piernas a un completo morboso. Se bajó el bóxer y delineó con su miembro los labios del rubio, que lo miraba fijamente con la boca semi abierta.
- No me imaginaba que fueras así Jiminssi. ¿Dónde se fue toda la inocencia? - preguntó observando como el mayor lamía su erección.
- A la basura el día que te vi aparecer en mi clase. - dijo, y se la metió en la boca.
La sensación de la boca cálida y los labios gruesos de Jimin rodeándolo eran algo insuperable. Verlo deleitarse con su pene lo volvía completamente loco. Trataba de ahogar sus gemidos para no despertar a la familia Park, pero con cada succión se le hacía más y más difícil.
La cabeza de Jimin se movía con una rapidez sorprendente, era capaz de llegar lo más profundo sin inmutarse y cuando Jungkook comenzó a sentir como rozaba el final de su garganta, no pudo evitar llegar a su límite.
- Jimin me voy a correr. - advirtió entre gemidos. El rubio lo miró con deseo.
- Hazlo.
Jungkook sentía como las piernas le fallaban mientras Jimin succionaba con fuerza su pene, que no paraba de bombear semen descontrolado dentro de su boca. Se apartó como pudo y tiró al rubio sobre la cama para subirse sobre él. Le bajó el bóxer y comenzó a acariciarlo.
- ¿Ahora me toca a mí? - preguntó divertido. Jungkook lo miró pensativo.
- ¿Sabes qué? - el mayor levantó las cejas. - Vamos a probar algo mejor.
- ¿Lo qué? - preguntó extrañado, no sabía a qué se refería. El pelinegro se incorporó y situó la erección de Jimin entre sus nalgas.
- ¡¿Quieres que te la meta?! - Jungkook asintió con una sonrisa juguetona.- Déjame comprobar cómo de bien se siente tenerte dentro.
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No me sueltes [JIKOOK]
FanfictionLa vida separó a Jimin y Jungkook, después de una infancia llena de cariño y amistad. Años después, ella misma se encargó de volver a unirlos. Pero nunca vuelve quién se fue, aunque regrese. ¿Podrían mantener la amistad que construyeron en un pasado...