El viaje de vuelta a Seúl se les hizo más pesado de lo esperado, quizás porque habían salido mucho más tarde que el día anterior.
- Creo que mañana me voy a quedar durmiendo. - dijo el menor entre risas. Namjoon golpeó su brazo.
- Mañana vas a ir a clase, si no quieres que llame a tus tíos. - le advirtió.
- Hyung ¡el volante! - gritó Jimin al sentir como el coche se desviaba a un lado. El mayor reaccionó con rapidez enderezando el vehículo.
- Iré mañana a clases, hyung. Pero no nos estampes. - respondió Jungkook con sorna. Namjoon bufó molesto.
- ¡Ya llegamos! - advirtió el rubio señalando el cartel a la entrada de Seúl.
Minutos después, ya estaban parados frente a casa de Jimin. La noche había caído y ellos estaban cansados del viaje.
- Gracias por conducir, hyung. - le dijo al mayor abrazándolo por la ventana. Jungkook se bajó para despedirse de él.
- Gracias por venir conmigo. - el rubio se encogió de hombros con una sonrisa.
- No me tienes que agradecer nada, es lo mínimo que podía hacer. - respondió. El pelinegro se acercó a él rodeándolo con sus brazos, Jimin dejó caer la cabeza en su pecho.
- Mañana nos vemos en el instituto. - le dijo dejándole un beso en la frente. El mayor asintió con la cabeza.
- Hasta mañana, Kookie. - respondió. Le dio un corto beso en los labios y salió corriendo riendo hacia dentro de su casa.
Cuando llegó encontró a su familia en el salón esperándolo, les contó cómo había ido el fin de semana y como era la familia de Jungkook. Luego fue a la cocina a buscar algo ligero de comer, se dio una ducha rápida y se fue a dormir porque tenía que madrugar al día siguiente.
Se dejó caer en la cama con el pijama puesto y el pelo aún mojado y se quedó pensando en como enfrentar lo que venía. Decidió que no debía alargarlo más y se lo contaría a los chicos. Empezaría por Jungkook y Taehyung, ya que eran los dos más importantes para él. Luego se lo diría al resto.
Cuando se despertó a la mañana siguiente aún podía sentir el cansancio del viaje. Se vistió sin ganas y se preparó para ir al instituto. Su amigo lo esperaba en la esquina de siempre y cuando lo vio, corrió hacia él a abrazarlo como si no se hubieran visto en un mes. Jimin le contó cómo había ido todo, tratando de ignorar el nudo que apretaba su garganta.
Sentía como las palabras querían salir disparadas de su boca y tuvo que controlarse para no decirle nada a Taehyung hasta el descanso. Quería hablar con los dos chicos a la vez, porque sabía que no soportaría hacerlo a solas con ninguno de los dos.
Cuando el timbre sonó, el nudo en su garganta se hizo aún más grande y le apretaba cada vez con más fuerza, impidiéndole respirar con normalidad. Sabía que rompería en llanto en cualquier momento.
Caminaron hacia la zona del jardín donde siempre se sentaban a comer, Jungkook iba contándole a Taehyung emocionado todo lo que había sucedido el fin de semana y lo geniales que eran sus hermanos. Jimin a su lado, se mantuvo en silencio.
- ¿Estás bien? - le preguntó el castaño mientras se sentaban. Su amigo había hablado muy poco esa mañana.
- Necesito hablar con vosotros. - confesó lleno de nervios. Jungkook lo miró extrañado
- ¿Qué pasa? - Jimin tragó saliva y respiró profundo antes de comenzar a hablar.
- El señor Choi vino a casa hace unos días y me comunicó que una de las mejores universidades de danza está interesada en becarme. - dijo soltando el aire que había retenido.
- ¡Eso es genial! - respondió Taehyung aplaudiendo emocionado. Jungkook se quedó callado. - ¿Verdad Kook?
- ¿Y qué más, Jimin? - preguntó el pelinegro con tristeza. Sabía que su chico tenía algo más que decir, hacía mucho que lo sentía. Taehyung arqueó una ceja confundido.
- Sería en Estados Unidos, en Nueva York concretamente. - respondió. El castaño abrió la boca sorprendido y Jungkook agachó la cabeza. - En principio un año, pero podría ampliarse.
- ¿Te vas a ir? - le preguntó Taehyung incrédulo. Jimin se encogió de hombros. El menor de los tres asentía con la cabeza, mirando al suelo.
- Claro que se va a ir. - respondió con seguridad sin levantar la vista. El rubio se quedó en silencio.
Las lágrimas comenzaron a rodar por las mejillas de Tae, que se puso de pie y salió corriendo hacia dentro del edificio. El mayor hizo el intento de levantarse para seguirlo pero Jungkook lo frenó.
- Déjalo solo un rato, sabes que es mejor. - le dijo sin mirarlo a los ojos. El mayor asintió y volvió a sentarse.
- ¿No me miras? - preguntó Jimin observándolo. Jungkook negó con la cabeza. - ¿Ni siquiera vas a decirme nada?
- ¿Y qué te digo? ¿Qué no te vayas? - respondió sarcástico. El mayor hizo una mueca de tristeza. - No voy a hacer eso, no voy a pedirte que te quedes. Es una gran oportunidad para ti.
- ¿Qué va a pasar con nosotros? - preguntó Jimin preocupado. El pelinegro se encogió de hombros.
- Supongo que lo que tenga que pasar.
- ¿Puedes mirarme por favor? - le pidió el mayor. Jungkook volvió a negar con la cabeza. - ¿Por qué? - volvió a preguntar. El menor suspiró.
- Porque si te miro a los ojos me voy a echar a llorar aquí en medio y no quiero. - dijo con sinceridad.
- ¿Me puedes abrazar al menos? - suplicó Jimin sintiendo como las lágrimas mojaban sus mejillas. El pelinegro abrió los brazos en forma de respuesta.
Se acercó a él y se dejó caer entre sus brazos, Jungkook lo apretó con fuerza. No soportó más la presión y rompió a llorar mientras el menor acariciaba su cabeza y su espalda con cariño, haciendo de tripas corazón para no derrumbarse.
Algo dentro de él sabía que eso pasaría, sabía que Jimin terminaría separándose de él en algún momento. Y el momento había llegado. No sabía cómo reaccionar, ni como actuar a partir de ahí. No sabía si debía romper la relación antes de que todo se estropeara o si debía seguir y ver que ocurría entre ellos.
- Sabes que te amo, ¿verdad? - le susurró Jimin entre lágrimas. El pelinegro asintió con la cabeza. - Te prometo que voy a volver a por ti, no importa cuánto tiempo pase. - Jungkook cerró los ojos y suspiró aferrándose a él.
- Lo sé, Chim.
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No me sueltes [JIKOOK]
FanfictionLa vida separó a Jimin y Jungkook, después de una infancia llena de cariño y amistad. Años después, ella misma se encargó de volver a unirlos. Pero nunca vuelve quién se fue, aunque regrese. ¿Podrían mantener la amistad que construyeron en un pasado...