CAPÍTULO 104: Levantar el vuelo

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25 de agosto de 2014.

Las maletas listas, la habitación medio vacía, la mezcla de sentimientos en su corazón.

Jimin no estaba preparado para lo que estaba viviendo, pero ya era un hecho. Partiría hacia su nueva vida en menos de dos días y aunque lo haría acompañado de todo su séquito, tendría que quedarse solo pronto.

Sus padres estaban orgullosos de él, más que nunca y su hermano trataba de demostrarle, a su manera, lo mucho que lo echaría de menos.

- Esta noche voy a despedirme de Misuk noona, vamos a cenar todos juntos en la pizzeria. - avisó a sus padres durante el almuerzo. - Mañana podemos pasar el día juntos, ¿no?

- Claro hijo, podemos hacer un plan en familia. - le respondió su padre.

- ¿Podemos ir a la bolera? - pidió Jihyun suplicando con las manos. La señora Park lo miró molesta.

- ¿Y que vuelvas a partir una pantalla? No, gracias. - el menor bufó.

- Fue sin querer, mamá. - se excusó. - Se me escapó la bola hacia arriba. - el señor Park y Jimin trataban de aguantar la risa recordando el momento. Sabían que a su madre no le causaba ninguna gracia.

- No vamos a ir a la bolera Jihyun, me niego a que me hagas pasar semejante vergüenza otra vez por creerte Michael Jordan. - el rubio no pudo aguantar más y soltó una carcajada, su madre lo fulminó con la mirada.

- A ti no te voy a decir nada porque estás a punto de irte. - le advirtió. - Pero cuidadito.

Jimin levantó las manos en señal de paz y dejó de reírse, el señor Park miraba fijamente a su plato tratando de no estallar en carcajadas.

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Se levantó de la cama para ponerse los zapatos y salir de casa

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Se levantó de la cama para ponerse los zapatos y salir de casa. Había encargado el regalo de Jungkook hacia unos días y esa misma mañana le habían avisado de que podía pasar a recogerlo.

No le había dicho a nadie lo que era, de hecho solo Taehyung sabía que había comprado algo, pero no sabía qué.

Se apresuró a llegar a la esquina donde su impaciente amigo ya lo esperaba.

- ¿A dónde vamos? - le preguntó nada más verlo llegar.

- A una joyería pequeñita del centro.

- No me jodas, ¿tú también te vas a casar? - Jimin soltó una carcajada.

- No, por ahora no. Es una idea que tuve y encontré ese sitio donde me dijeron que podían hacérmelo. - el castaño lo miró sorprendido.

- ¿Has diseñado una joya para él? - Jimin se encogió de hombros.

- Algo así.

...

Taehyung pasó todo el camino tratando de adivinar de que se trataba, pero el rubio sabía que no lo haría.

- Es al final de esta calle. - le dijo señalando a su derecha.

Era pequeña joyería artesanal decorada con piezas únicas y originales. Jimin la descubrió por casualidad un día paseando, meses atrás, y la recordó cuando se puso a pensar en el regalo para Jungkook.

- Buenas tardes señor, soy Park Jimin. - saludó el rubio haciendo una reverencia al entrar. - Me avisaron de que ya estaba listo mi encargo.

- Buenas tardes joven. - respondió el señor. - Si, espere un momento.

- Wow, esto es precioso Minie. - dijo Taehyung entusiasmado mirando a su alrededor. - Es todo tan original, ¡tan bonito!. - Jimin asintió sonriendo.

Un par de minutos después, el señor volvió a aparecer por la puerta trasera con su encargo en la mano.

- Aquí las tienes. - el rubio cogió las piezas con cuidado, eran aún más perfectas de lo que había imaginado.

El castaño se acercó para verlas y se quedó boquiabierto. - ¡Oh dios, es genial - dijo completamente emocionado.

- Es la primera vez que nos encargan algo así. - aseguró el joyero. - Has tenido una idea muy original.

El rubio sonrió completamente satisfecho y le entregó las joyas de vuelta  al señor para que las guardara en sus cajitas. Pago lo que le quedaba a cuenta y se despidieron de él agradeciendo su simpatía con amplias reverencias.

Luego se dirigieron a una cafetería próxima donde se sentaron a comer unos helados.

- Déjame verlo otra vez. - le pidió Taehyung. El rubio le entregó la bolsa.

- Supongo que este es para ti y este para él. - dijo levantando una pieza y luego la otra. Jimin asintió.

- Intuyo que el tuyo es una pulsera porque no quieres quitarte el anillo, ¿no?

- Exacto. Y se engancharían demasiado si los pongo juntos, por eso decidí hacerlo así. - explicó.

- A Jungkook le va a encantar, sobre todo el significado. - el mayor sonrió feliz.

- Eso espero.

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Despedirse de Misuk noona fue más triste de lo que esperaba. A pesar de las contadas veces que habían estado juntos, Jimin le tenía mucho cariño porque la chica siempre lo trataba muy bien y sabía que era muy buena con Hoseok.

Pero sin duda lo más duro fue pasar el último día con su familia. Jihyun se las apañó para convencer a su madre de ir a la bolera y pasaron el día los cuatro, como hacía mucho que no ocurría.

El trabajo del señor Park no les permitía disfrutar demasiado fuera de casa, pero él siempre encontraba la manera de estar con su familia en los momentos importantes y cuando supo que Jimin se iba, no dudó en tomarse el día libre.

Jungkook no quiso acompañarlos, prefería que disfrutara de su familia, ya que por suerte ellos viajarían juntos y tendrían más tiempo para despedirse.

- ¿Tienes ya todo listo? - le preguntó su madre asomándose por la puerta de su habitación.

- Si, solo dejé fuera la ropa para viajar mañana. 

- ¿Has hablado con Jungkook? - Jimin asintió con la cabeza.

- Pasan mañana temprano a recogerme él y los chicos para ir al aeropuerto. - la señora Park entró y se sentó en la cama junto a él.

- Aún recuerdo la primera vez que te tuve en mis brazos, eras mi pequeño bebé. - le dijo agarrando su mano. - Y mírate ahora, te estás haciendo un hombre y empiezas a volar solo.

- Siempre voy a ser tu bebé. - respondió el rubio apoyando la cabeza sobre el hombro de su madre.

- Disfruta de tus amigos estos días, pero hazlo con cabeza. - le pidió. - Nosotros viajaremos en unas semanas, en cuanto papá tenga unos días libres.

- Está bien mamá, todo va a estar bien. - la señora Park acunó con sus manos la cara de su hijo.

- Estoy muy orgullosa de ti, hijo - le dijo mirándolo a los ojos. El menor sonrió sintiendo como sus ojos se llenaban de lágrimas, escuchar esas palabras de su madre lo animaban a seguir adelante.

- Te prometo que lo estarás aún más. 

No me sueltes [JIKOOK]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora