No me sueltes [JIKOOK]

CAPITULO 9: Bailarines

¡Oh vamos hyung por favor! Nos vas a matar - Taehyung se quejaba, respirando a duras penas. Jimin de cuclillas en el suelo, jadeaba tratando de llenar sus pulmones de aire.

- No seas dramático Tae, ya deberías estar acostumbrado. - le reprochó Hoseok a su menor, secándose con una toalla el sudor que le escurría por la cara.

Jimin, Taehyung y Hoseok eran compañeros en las clases de danza. Practicaban a diario con el resto del grupo durante dos horas y algunos días, ellos tres se quedaban solos una hora más.

Hoseok estudiaba danza en la Universidad. Amaba bailar y llevaba toda la vida haciéndolo, aspiraba a ser alguien importante en el mundo del baile y Jimin no tenía duda de que lo conseguiría.
Él guiaba y enseñaba a los dos menores, y aunque era un gran profesor, también era bastante exigente, cosa que a veces provocaba conflictos entre Taehyung y él. Aún así, a los tres los unía una bonita amistad.

Continuaron practicando la coreografía por un rato más, hasta que acabaron exhaustos tirados en el suelo de la sala.
Jimin se levantó como pudo, se dirigió a su mochila y miró la hora, faltaban dos minutos para las 7 de la tarde, así que Jungkook ya debía estar esperándolo.

Se apresuró a salir de la sala de prácticas en dirección a los vestuarios sin decir nada a los chicos. No podía ir a ver a Jungkook todo sudado, así que se dio una ducha rápida y se puso ropa limpia. Cuando salió, sus amigos lo miraban curiosos, esperando una explicación, pues Jimin no solía ducharse allí con la excusa de que le daba mucho asco meterse en un cubículo donde se metían decenas de personas al día.

- ¿Tienes prisa Jimin? - le preguntó Hoseok extrañado. - Puedo llevarte a tu casa si lo necesitas.

- No te preocupes hyung, no voy a casa todavía, es que me está esperando un amigo. - Jimin no le había contado nada aún a Hoseok sobre Jungkook.

- ¡Ah vale! ¿Y tú Tae? - se dio la vuelta dirigiéndose al menor - ¿Necesitas que te lleve?

- No, está bien hyung, iré caminando. Necesito que me de el aire. - Hoseok asintió. Jimin lo miraba con una ceja levantada, sabía perfectamente lo que pretendía su amigo.

Los tres chicos salieron juntos de la escuela, Jimin aprovechó para escribirle un mensaje a Jungkook avisándolo de que iba en camino, no quería que pensara que se había olvidado de él.
Los dos menores se despidieron de Hoseok y se dirigieron al instituto, que se encontraba a unos 5 minutos andando. Taehyung acompañó a Jimin, según él para que no caminara solo. Pero el rubio sabía que su amigo solo quería cotillear, le picaba la curiosidad ver cómo era aquel chico del que tanto le había hablado.

- ¡Kookie! - Jimin reconoció la figura de Jungkook a varios metros de distancia, se apresuró a llegar a él y le dio un abrazo. Taehyung venía detrás, riéndose de la escena. Sin duda ese chico sacaba a relucir la parte más tierna de su amigo.

Jungkook le correspondió el abrazo con una enorme sonrisa. Pero el pelirrojo se paró a su lado, analizándolo. Jimin sintió la timidez del pelinegro bajo la mirada de su amigo y se apresuró a presentarlos.

- Kookie este es Taehyung - señaló con la mirada al chico, que seguía observándolo como si hubiera visto un extraterrestre. - él es...

- Su mejor amigo - lo cortó el pelirrojo. - Mucho gusto. - dijo mientras le estrechaba la mano firmemente.

- Mucho gusto Taehyung - Jungkook sonreía tímido. Él no era demasiado bueno socializando, solía ser bastante vergonzoso y definitivamente ese chico mirándolo de esa forma, no ayudaba.

- Nos vemos mañana en clase Tete, ten cuidado de camino a casa. - despidió Jimin a su amigo. Sabía que si no lo echaba, se quedaría ahí eternamente analizando a Jungkook, y la incomodidad de este era palpable.

- Claro, que lo paséis bien. - el pelirrojo sonrió pícaramente a su amigo, quién estuvo tentado de lanzarle algo, pero se aguantó porque no quería avergonzar más a Jungkook. Así que se limitó a darle una mirada asesina.

Los dos chicos caminaron hasta un parque cercano, no habían pasado ni cinco minutos desde que Taehyung se fue, y Jimin sintió su teléfono vibrar.

Sonrió disimuladamente al leer el mensaje de su amigo y bloqueó el teléfono sin responderle. Definitivamente Taehyung era un caso. Y mañana se llevaría un buen golpe por ese comentario.