No me sueltes [JIKOOK]

CAPÍTULO 96: Fingir

Estimado Señor Park,

Después de haber recibido los documentos e informes oportunos, es para nosotros un honor informarle de que puede beneficiarse, si así lo desea, de una beca completa para cursar en nuestro centro educativo.

Póngase en contacto con nosotros, mediante los datos más abajo  proporcionados, para comenzar con el trámite de matriculación cuanto antes.

Reciba un cordial saludo,

Marc C. Conner
Presidente de Skidmore College.

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Leía el correo una y otra vez, incapaz de creerse lo que estaba sucediendo. Ya era un hecho, había recibido la beca para cursar el primer año de universidad en Estados Unidos.

Su madre y su hermano junto a él, leían el mensaje totalmente entusiasmados.

- Oh Dios mío Jimin, ¡lo has conseguido hijo! - dijo la señora Park aferrándose a él.

- Voy a llamar a papá. - advirtió Jihyun corriendo escaleras abajo para buscar el teléfono.

Jimin en estado de shock, no despegaba la vista de la pantalla.

- Es real mamá, no puede ser. - su madre sonrió orgullosa.

- Claro que sí, te lo mereces hijo. - respondió. - Deberías llamar a Jungkook. - el rubio asintió con la cabeza y agarró su móvil. - Te dejo solo para que hables con él.

Buscó el teléfono de Jungkook en su agenda, las manos le temblaban aún por la emoción. Le daba miedo enfrentarse a la realidad, pero ya no tenía más remedio que hacerlo. Marcó el número y apenas unos segundos después escuchó la voz del pelinegro al otro lado.

- ¡Chim Chim, justo iba a llamarte! - lo saludó emocionado. - Acabo de recoger las notas.

- ¿Qué tal te ha ido? ¿Todo bien, no?

- Si, todo genial, aún mejor de lo que esperaba. - respondió.

- Me alegro mucho Kookie, oye... ¿puedes venir a casa?

- ¿Ahora? ¿Pasa algo? - preguntó preocupado.

- No, solo quería verte y hablar contigo. - Jungkook intuyó por donde iban los tiros.

- Vale, voy para allá. - dijo con seriedad antes de colgar.

Jimin soltó el teléfono sobre la mesa y tragó saliva.

- Ya me estoy arrepintiendo de irme y aún no me he ido. - pensó.

...

Se levantó sobresaltado de la cama cuando el timbre sonó. Abrió la puerta de su habitación y escuchó a su madre dándole la bienvenida a Jungkook.

Un par de minutos después, la cabellera negra del menor aparecía por las escaleras. Jimin respiró profundo tratando de coger fuerzas para enfrentar la conversación.

- ¡Kookie! - lo saludó caminando hasta el borde de la escalera para darle un beso. - ¿Qué tal las notas? ¡Enseñamelas!

El pelinegro sonrió y le entregó el papel que llevaba en las manos mientras se dirigían de vuelta a la habitación del mayor.