Uriel sale de la sala de juntas hecha una furia y segura de que le van a acusar de Ira pero pues ya... de putos perdidos al río, se va a su despacho como un torbellino.
Y vas a ponerte peor ahora que encuentres ahí a Asmodeo. Está recostado en el sillón blanco azulado que tienes ahí, lanzando al techo una pelotita anti-estrés con forma de la tierra que encontró encima del escritorio.
Uriel le mira con... diría yo hielo en los ojos, dejando sus cosas en el escritorio de un golpe.
Asmodeo le sonríe, sentándose, aunque levanta las cejas al sentir el golpe de hielo.
—¿Que ha pasado?
—Ven aquí.
—Pareces... ¿enfadada? —se levanta, pasándose las manos por el pelo.
Ella se le acerca y le toma de la ropa, del pecho.
Asmodeo levanta las cejas y desaparecen con un rayo, bajando a la tierra.
Él, discúlpame Uriel, pero la abraza un poco, más por miedo que por protección.
Cuando están en la tierra se le echa encima a besarle.
Ohh... cielos. Créeme que él no va a detenerla, ni siquiera un poco, solo que no le podría tomar más por sorpresa. ¿A dónde le ha traído? Digo... solo por saber.
Ni idea, a lo mejor a... mitad de un campo de... trigo o así.
Que romántico. Asmodeo sonríe un poco en el beso, dejándose llevar del todo y por fin reaccionando como Dios manda. No empieces, Uriel, con tus cosas
De hecho al cabo de un rato, ella se separa del beso porque... bueno, no sabe cómo seguir.
—Fóllame —probablemente podrás sentir más ira que lujuria ahora mismo.
Él le hace un cariño en los labios, con un dedo, mirándola a los ojos.
—V-Vamos, hazlo, por favor. Antes de que me arrepienta.
—S-Sí, sí lo hago. P-Pero si quieres que pare en cualquier momento, dime...
—No me... ¡venga! ¡Joder! —protesta y les desnuda a los dos de un chasquido porque está tardando mucho.
Asmodeo traga saliva con eso, vale, vale... en serio no es que no pueda hacerlo. La besa otra vez, buscando acostarla en el suelo.
Bueno, vale, otro beso, se calma un poco porque esto parece ir adelante y los besos más o menos los controla. Hay que decir que ella ya está húmeda solo con esto
Después de unos segundos de beso y cuando nota que se ha tranquilizado un poco, va a besarle el cuello y a tocarle los pechos... y a buscar los dorados que llevan varios días volviéndole bastante loco. ¿Hasta dónde le llegan?
Hasta abajo, como una camino de luces para un avión aterrizando de noche.
Va a besarlas TODAS...
De verdad... Esto está muy bien, para otro momento. Casi le empuja hacia al lugar al que tiene que ir con ansiedad.
Asmodeo se humedece los labios y le toca ahí abajo... levanta las cejas. Vale, por lo visto no hay nada que preparar aquí abajo.
De hecho es muy probable que solo con que le toque haya suficiente
Eso no es fóllame, darling.
Grita como una loca, qué sabe ella. Lo que es follarla o no.
Asmodeo... que sabe leer bastante bien el ambiente, no va a dejarla ir con solo uno de estos, créeme, va a encenderla otra vez, con solo un roce. Ventajas de que seas mujer, darling.
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Sin City
Humor-Lo sé, ¡¡Por el amor de Dios!! Pero no podemos hacer tonterías -protesta Aziraphale, preocupado. -Tampoco nos extralimitemos -responde Crowley levantando las manos hacia él-. No estamos como para exigirnos más de lo que somos capaces.