Y ahí está Gabriel.
—¡No es cierto! —casi grita—. Digo. ¡Gabriel!
Gabriel parpadea un poco sin saber qué hace y le hace un gesto para que baje la ventanilla o abra la puerta y se baje del coche.
Todavía tiene a Crowley encima un poco abrazado, pero lo lanza casi al otro lado y se baja.
—¡Gabriel!
Gabriel levanta las cejas pero enseguida se recupera y sonríe, tendiéndole la mano.
—¡Aziraphale! buen trabajo, muchacho.
—No fue simple... —asegura tomándosela con temorcillo, el arcángel se la aprieta y le da unas palmaditas.
—Nos han avisado de lo que has hecho y he venido lo antes posible.
–¿Quién les ha avisado?
—El cielo siempre está presente... —se encoge de hombros un poco
Aziraphale se revuelve.
—Muy buen trabajo como siempre. Ahora ayúdame a llevar el cuerpo al cielo para que podamos destruirlo.
—¿A-Al cielo? —le mira con la boca bastante abierta un segundo.
—Hay que destruirlo por completo para evitar que pueda regresar tras un exorcismo. La verdad, no creíamos que fuera a caer con algo tan sencillo.
—¡No ha sido sencillo!
Gabriel hace una sonrisa de condescendencia.
—La mayoría de demonios hubiera huido antes de terminar el exorcismo.
—Ha sido la tarea más... —Aziraphale aprieta los labios mirándole enfadado. Trata de sonreír un poco—. Desagradable.
El arcángel le mira de reojo y sonríe de lado.
—Bien, no te preocupes. Nos encargaremos del resto nosotros.
—¿A-A que te refieres con el resto? —pregunta Aziraphale un poco asustado. Gabriel toma aire y luego lo suelta.
—Aunque ha sido muy valiente de tu parte todo esto, obviamente aún no ha terminado el proceso, pero tampoco hace falta hacerte sufrir más de lo imprescindible —asegura poniéndole una mano en el hombro.
—Curiosidad... a-académica —sonríe un poco falsamente teniendo repentino terror por Crowley.
—Bien, entonces... ya puedes marcharte —da una palmadita en su espalda y le sonríe falsamente.
—No, pero es importante saber que harán con él en caso de tener otra vez una asignación cómo está. Espero no tenerla, eso de matar a alguien es un poco anti-angelical... ¿no? —sonríe sin irse juntando las manos.
—¿Quieres... estar presente en el proceso?
—Quiero saber el proceso.
—Pues hay que... sellar el cuerpo y luego destruirlo.
—¿S-Sellarle cómo?
—Sellarle para que no pueda regresar a este ni a ningún otro. Sabes que los demonios pueden poseer otros cuerpos, ¿verdad?
—Oh, sí, sí, algo había oído. ¿Y cómo hacemos eso?
—No es algo de nuestro departamento —responde arrugando la nariz y haciendo un gesto vago no muy interesado.
—Ohh... entiendo, entiendo. Pero si hay una forma. Eso es muy bueno saberlo —asiente—. ¿Y el cuerpo como lo destruyen? O tampoco...
—Creo que con fuego —busca su teléfono para que venga alguien a recogerlo.
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Sin City
Humor-Lo sé, ¡¡Por el amor de Dios!! Pero no podemos hacer tonterías -protesta Aziraphale, preocupado. -Tampoco nos extralimitemos -responde Crowley levantando las manos hacia él-. No estamos como para exigirnos más de lo que somos capaces.