Untitled Part 148

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Raguel levanta las cejas sin esperar ese beso así tan... así. Se sonroja un poco, aunque... abre la boca porque... nunca había visto un beso así entre... un ángel y un demonio.

Y espera, que el amor que hay ahora de repente, que no había hace un minuto.

Se lleva las dos manos al pecho al sentirlo casi de golpe y... no les puede quitar los ojos de encima. Así... se veían él y Aamón hace... solo unas horas. Cielo e infierno chocando en una batalla. Traga saliva.

Bueno, yo no creo que sea una batalla esto ahora mismo. Ni siquiera estoy segura que Crowley pueda hacer... hatesex realmente, pero bueno.

No, no... Solo está calificando al beso. Aziraphale dice que sería una "batalla" como la de la escultura que tiene en su casa Crowley

Ah, esa está bien, porque creo que es el demonio el que gana en esa.

Igualmente creo que... antes del hatesex... mucho antes del hatesex, Azirpahale le acaricia la mejilla y el pelo y... todo se vuelve más dulce.

Sí, por eso, el beso ya no era de hate.

Porque además SIENTE el amor de Crowley, ni siquiera... porque sea un ángel, sino porque Crowley es dulce y suave y... sí, no hay cómo.

Raguel termina suspirando... y extrañando especialmente a Aamón. Podrían estarse besando ellos dos así ahora y Aamón... no quería su amor. Porque tenía otro.

Ay... El drama.

Y que conste que no lo quería porque se fue.

Justamente. No lo quería, se fue, le dejó ahí. Tampoco va a... o sea... estaban haciendo eso cuando intentó llamarle a Aziraphale.

Carraspea y estira una mano hacia ambos... no le odien, aliviándoles repentinamente.

¡Pues no es que fuera realmente a tirárselo ahora mismo!

Pues uno no sabe... Raguel conoce las hormonas. Se sienta ahí con cara de inocente después de aliviarles

El problema es que... vale, esto ya no es sexual, pero... sorpresa sorpresa. No necesita serlo para seguir.

Ugh, Raguel aprieta los ojos. Porque DESDE LUEGO que sabe lo que eso implica, se pasó como trescientos años haciendo esto justamente.

Pueden llegar los refuerzos si quieres.

Pues... parece ser la única opción. Igualmente toma la copa del whiskey que les había llevado Aziraphale y la huele antes de darle un traguito y ahí llega Gabriel, abriendo la puerta de golpe.

—Aziraphale!

Ojos en blanco, tan protagónico. Aziraphale está seguro de que prácticamente deja la piel besándole a Crowley y es su alma la que se plancha contra la pared del fondo.

Crowley se paraliza un poco, la verdad.

Aziraphale se levanta como si le hubieran atrapado durmiendo en misa. Vamos, que hasta Raguel pega un salto.

Crowley parpadea, soltándole y Gabriel se acerca a ellos casi pisando a Raguel, sin verle.

—G-G-Ga-Gabriel.

—Aziraphale, necesito saber cómo encontrar a alguien entre los humanos.

—A-A... e-encontrar a... alguien. C-Claro, Gabriel.

—¡Y rápido!

—N-No es simple, no. ¿T-Tienes algo?

—¿Algo?

Sin CityDonde viven las historias. Descúbrelo ahora