—Oh... me gusta la comida. Poca. Pero me gusta. Siempre he dicho que se puede llegar al corazón de alguien por medio de ella... —Asmodeo sonríe de lado.
Aziraphale le sonríe un poquitín porque... él piensa lo mismo. Se come otra papita. Crowley pone los ojos en blanco ooootra vez con ambos.
—Si yo siempre lo he dicho. A Crowley no le gusta mucho comer. Aunque últimamente come un poco más... —agrega mirándole
—Bueno, seguro sí que le gusta comerte a ti entero —Asmodeo sonríe.
—Ngk! —suelta Crowley adelantándose. Aziraphale se sonroja desviando la mirada al suelo.
—Claro, claro. Le encanta. No deja de darme besos... y uno pensaría que bueno, habitualmente a los demonios les dan asco y esas cosas, pero ella... es distinta a todos —sonríe falsamente y se sonroja más, tragando saliva—. Y a mí, Ehm... me encantan.
La demonio le mira de reojo un segundo antes de abrir el coche y meterse al asiento del conductor.
—Oh, qué bonito... aunque sería más bonito que lo dijeras sin que pareciera que alguien te paga para decirlo —comenta Asmodeo que al parecer tiene un comentario para todo.
Aziraphale levanta las cejas... y se sonroja más, visiblemente haciendo reír a Asmodeo, luego se sube al coche agobiado porque todo lo que dice parece estar mal. Ahora resultaba que este demonio no le creía que le quería ver.
—Eso es porque le pago por decirlo —responde Crowley sarcásticamente cuando entran.
—¡Oh! ¿Le... pagas?
—Pues... es lo que has dicho también antes —se encoge de hombros y es que debes poder sentir como Aziraphale se tensa con la idea del pago. Incluso abre la boca para decir algo. Y luego la cierra.
Asmodeo se ríe concluyendo que esto debe ser una broma. Crowley enciende el coche después de poner Tadfield en el GPS del teléfono nuevo y empieza a sonar ooootra vez Good old fashioned lover boy porque ayer al final no dejó que sonara, así que vuelve a sonrojarse y para la radio.
—¡Oh! Que británicos. No, no, ¡enciéndela! —pide Asmodeo poniéndole la mano en el hombro
—Ehm... mejor pongo la radio normal.
—Oh, pero esa es tan bonita... —suelta Aziraphale mirándole. Crowley se humedece los labios y... vaaale, vale. La deja sonar.
Si para trollearte, Azraphale también puede hacerlo. Le sonríe de ladito y levanta una mano para hacerle un cariñito en la mejilla casi como si Asmodeo no estuviera ahí.
Ella le mira de reojo con eso.
El ángel le sonríe un poquito... y es que ahora va a empeñarse en convencer al demonio este de la lujuria que sí que está embobado con Crowley como Crowley dice.
Ella le sonríe un poco de vuelta haciendo los ojos en blanco por que no pueeede.
Y Aziraphale se le acerca, dándole un besito en la mejilla.
—Vamos a la farmacia... tenemos que comprar ESO.
—Entra tú —aprieta los ojos.
—¿Por? Ni siquiera se cual... —Hace una mueca, y mira a Asmodeo de reojo por un segundo.
—¿Qué quieren comprar? —pregunta Asmodeo.
Crowley le hace un gesto con la cabeza que significa "por eso".
—Mira, con tal de... tener un poco de paz mental, yo bajo —asiente el ángel sin responder.
—Gracias.
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Sin City
Humor-Lo sé, ¡¡Por el amor de Dios!! Pero no podemos hacer tonterías -protesta Aziraphale, preocupado. -Tampoco nos extralimitemos -responde Crowley levantando las manos hacia él-. No estamos como para exigirnos más de lo que somos capaces.