Untitled Part 153

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Cuando Aamón llega fuera de la librería, intenta llamar a Raguel. La verdad no hay motivo por el cual no le conteste salvo porque Gabriel le ha puesto lo de los números privados. No sé si lo quitó.

Ah, que la puta madre, podría Remiel habérselo arreglado. Es posible que se lo haya pedido, la verdad.

—¿¡Aamón?! —contesta, casi como si hubiera estado horas bajo el agua y esta fuera la primera bocanada de aire.

—Ah... ehm... Ho-Hola...

Raguel sonríe, porque... solo escuchar su voz. Cierra los ojos.

—Me alegra oírte —susurra y se le corta un poquito la voz.

—¿S-Sí? O sea... ¿sí me oyes? ¿Eres tú?

—Sí... sí que soy yo. Te echaba de menos, no he dejado de pensar en ti —confiesa y se tiene que limpiar un ojo, porque estamos sensibles. Ampliamente sensibles.

—Yo... —es que lo vas a hacer llorar otra vez.

—¿Estás bien?

Asiente sin decir nada, se sorbe un poco los mocos.

—Quiero verte.

—T-Te... quiero.

Cielos, es que... solloza en silencio.

—Yo también te quiero, muchísimo.

—N-No llores...

—T-Tú tampoco... —pide sorbiéndose un poco los mocos—. Lo siento, Aamón. Siento haberlo hecho todo mal.

Es que sí que llora.

—Siento decírtelo hasta ahora...

Solloza más porque ahora ya no quiere decirle que tiene otro novio ni nada de eso, quiere ir y abrazarle.

—N-No llores... por favor. T-Todo va a estar bien... —susurra, quebrado, como si él no estuviera llorando como Magdalena.

No se entiende lo que le dice pero es algo como "no estoy llorando"

—S-Si vamos a vernos mañana, ¿verdad?

Asiente otra vez sollozando.

Raguel quisiera bajar, abrazarle y... no soltarle en días. Eso es lo que quisiera... pero aprieta los ojos, porque Aamón tiene a alguien más a quien abrazar y... él tiene que ser fuerte.

Aamón quisiera abrazarle por días y contarle la verdad y a la mierda todo

—T-Tengo muchas ganas de verte...

—Pues...

—Ya, ya... mañana —se sorbe los mocos.

Traga saliva porque... no, no se refería a mañana.

¡Pos llévatelo hoy!

—V-Vale...

—Perdona... solo es que... después de verte una vez, creo que ha sido más difícil... c-cuando te has ido yo... —se limpia los ojos al oírle y traga saliva—. Vale.

Aamón aprieta los ojos...

—Contaré las horas —sonríe un poco, pensando que el mismo es un poco tonto de estar tan ansioso.

Le cuelga y... es que...

Raguel traga saliva, sin esperar que se cortara la llamada o bueno, que cortara la llamada. Y es que es la segunda vez, la vez pasada se ha ido y... y... Está tentado a llamarle otra vez, pero... es que le ha colgado.

Sin CityDonde viven las historias. Descúbrelo ahora