Untitled Part 67

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Gabriel se dirige hacia ella con tanta orden directa, andando un poco rápido, pero no corriendo.

Y Aziraphale toma a Crowley de la mano tirando de él para correr en dirección contraria.

Menos mal, Crowley empezaba a temer que llevara a Gabriel hasta la boca de Belcebú ¿Ves cómo iban a correr?

No, solo lo bastante fuera.

Crowley no está myy seguro de que esto vaya a funcionar... pero créeme que con este cuerpo atlético sí que corre con cierta facilidad.

De hecho es ella la que enseguida está bufando y con el corazón acelerado como si acabara de... ehm... correr veinte metros. Vale. Aliterativo. Tirárselo dos veces. Aliterativo también. Estuviera saliendo de la mansión del miedo. Joder. Otra vez. Whatever! DUCKS!

Crowley tira igualmente de ella, corriendo por los pasillos idénticamente perfectos y limpios del cielo yendo hacia las escaleras. Menos mal que él sabe a dónde va.

Ehhh... Sí. Un poco. Más o menos. ¿Ya pasamos por aquí una vez?

Joder.

—Aziraphale! —llama un ángel desde el otro lado del pasillo.

Crowley se frena deslizándose en el suelo un metro entero y Aziraphale se estrella contra su espalda, sinceramente no se si tirándole al suelo.

Probablemente.

El ángel levanta las cejas y se acerca a ellos corriendo para ayudarles a levantarse y la verdad, casi se muere cuando ve a Crowley, dando como quince pasos atrás.

—Gracias, ¡gracias!

—Uf... —protesta Aziraphale levantándose y ayudando a Crowley a levantarse.

—Asariel... qué bueno que te vemos —saluda Crowlely—. ¿Sabes dónde está la salida?

Se tensa aún más cuando se da cuenta que ¡sabe su nombre!

Pues claro que... ehm... vale, es raro, pero lo sabe porque... es el novio de Aziraphale? (Marido... pero eso puede ser escandaloso)

Asariel balbucea algo inteligible, seguramente es la primera vez que ve un demonio en laaaaaaaaaaargo tiempo. Crowley hace los ojos en blanco, por Dios.

—Asariel, come on! —protesta un poco.

El nombrado mira a Aziraphale de reojo, intentando acercársele dando un rodeo a Crowley.

—Asariel! —Crowley protesta porque no tiene tiempo para esto.

Lo que le hace dar un salto y esconderse detrás de Aziraphale susurrándole que es un demonio y que ¡va por ahí suelto!

—No te precupes Awahteverel, es mi marido.

Es tan idiota...

Pero es queeee

No, no, me hace gracia.

Asariel le mira como si se le acabara de prender en llamas la cabeza.

—Crowley! —protesta Crowley

—Sí, sí, ya lo sé, pero... ¡Eh!, mira, aún estoy entera, tan malo no puede ser.

—No es mi... no soy tu...! —Crowley chillonea.

—Además, sabes ese rumor sobre que si te acuestas con un demonio... ¿caes? Pues es mentira.

Ugh. Shut up! —protesta Crowley tirando de ella para llevárselo.

Sin CityDonde viven las historias. Descúbrelo ahora