Untitled Part 119

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Gabriel la estaba abrazando, no sé si la habrá soltado cuando los otros han ido a besarla.

Vale, el beso de Azrael no es tan mal recibido.

AHORA RESULTA.

De hecho... Azrael le gusta cómo debería gustarle Gabriel. Remiel lo siente y piensa que tal vez ha sido una falsa alarma

Pues es guapo y risueño y la suele tratar un poco menos como si fuera una araña ponzoñosa.

Claro, claro.

Pero de ahí al... afecto de Gabriel hay un montón de distancia.

Sí, sí, claro.

Lo que pasa es que claro... Azrael la besa y la abraza y la levanta del suelo y le da dos vueltas en plan "¿qué te pasaaaaaaa, que estás malitaaaaaa?" y la baña tanto de afecto que... si, Remiel puede pensar un poquito que ha sido falsa alarma.

Remiel sonríe con eso y Gabriel niega con la cabeza poniendo los ojos en blanco.

Miguel se separa un poquito sonrojada y... se le vuelve a pegar a Gabriel abrazándole de lado porque... ahora mismo puede. No que quisiera del todo hacerlo con frecuencia. Ejem.

Gabriel la deja, desde luego, asegurando que no le pasa nada.

—¿Cómo te fue con el infierno? Veo que a ti no te descorporizaron solo de verte... —comenta Azrael.

—Ya te dije que eso fue porque tú debiste faltarle el respeto —replica Gabriel.

—¡Nadie le faltó al respeto!

—Además, ¿de qué habrías hecho drama si no...? —sonrisita de lado de Gabriel.

—A Gabriel nunca le pasó... —concede Miguel asintiendo. Gabriel hace un gesto de "ahí lo tienes".

—Pues para no haberle pasado ahora está muy escondido entre tus piernas.

—¡Anda ya! —ojos en blanco—. Solo hemos cambiado tareas, no es para tanto.

—Aclaró, le has dado a Miguel las más peligrosas para sólo dedicarte a hacer de chico del correo.

—¿A caso querías que las intercambiara contigo? ¿O insinúas que ella era la que se ocupaba del correo antes?

—Le he echado la única parte ligeramente compleja de lo que hacías antes encima a Miguel.

—¿Sí? ¿Y por qué yo desde el aislamiento tengo un informe sobre lo que sucedió en el infierno y tú no?

—Porque Miguel es demasiado buena contigo.

—Miguel no ha tenido nada que ver en eso. ¡Díselo! Ella ni siquiera ha logrado un reporte.

—Aunque yo tengo un reporte de cómo conseguiste el reporte... —Miguel sonríe de lado.

—¿Qué? —la mira.

—Sé exactamente como conseguiste ese reporte...

—¿Cómo lo sabes?

—Eso nunca lo sabrás —deja de coquetear con él siendo Miguel.

—Entonces no sabes nada —se encoge de hombros.

—Ven, te lo diré al oído para que veas que sí —se le acerca, poniéndose de puntas. Él se le acerca—. Sé del otro teléfono...

—Pues claro que sabes, si me lo diste tú —frunce el ceño.

—Ohh... —Levanta las cejas sin esperarse eso. Gabriel la mira con cara de "So...?"—. Ehhh... y le escribiste.

Sin CityDonde viven las historias. Descúbrelo ahora