Untitled Part 137

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A todo esto... Gabriel cruza las puertas del infierno.

Hala... Belcebú, que está en una junta, estira la espalda... sintiendo una perturbación en su infierno. Chan chan chaaaan...

Ya, ya... Gabriel anda por los pasillos con cara de asco y el ceño fruncido sin estar muy seguro de dónde va. Pregunta por Belcebú.

La verdad es que le dan una instrucción incorrecta a propósito.

Los DETESTA.

Mientras Belcebú empieza a tamborilear los dedos en su escritorio, nerviosamente, tratando de... centrarse en lo que dicen. Peor es que la sensación de que algo va... ¿quizás mal? Es... un poco intensa.

Hay algunos cuchicheos en la junta porque alguien de no sé qué pasillo ha visto a no sé quién ir por no sé dónde que parecía un ángel pero no están seguros y le ha dicho al otro que informara a quien sabe de que qué coño les pasa a los ángeles últimamente que bajan aquí como si esto fuera su puta casa, ya no se puede estar tranquilo.

Así que el otro ha informado a dos más que menudo morro tienen, esto con Leviatán no habría pasado y que qué coño le pasa a Belcebú.

Y esos dos más habían ido a decir que Leviatán estaba dejando que entraran los ángeles para enfrentar de nuevo a Belcebú.

Total que al final en realidad no era un ángel si no alguien a quien habían perdonado y ahora se había perdido de camino al puto cielo. Y había un intenso debate entre filas para decidir si querían o no ser perdonados.

Belcebú, atrapada aún en la junta, golpea en la mesa para callarles a todos frunciendo el ceño.

Lo consigue, claro.

—¿Se puede saber que habla todo el mundo?

—De piruletas —suelta alguien al fondo.

—¿Quieres ir a hablar de piruletas con Leviatán en fondo del lago de azufre hirviendo?

De repente nadie ha dicho eso, mira tú que cosas.

—Ehm... bueno, con esto se termina la junta —decide Belcebú, ejem, poniéndose de pie.

—¿Entonces en qué queda todo?—protesta alguien como siempre.

—Podrás leerlo en la minuta de la junta cuando Hastur la envíe —Que no se diga que Hastur no es uno de los consentidos...

Con amor.

Y es que aún tiene este... sentir de qué hay algo mal por aquí que no debería ser y los cuchicheos no están ayudando en lo absoluto.

Hastur protesta por ahí detrás because... that's what demons do.

Y si no es Hastur, es alguien que ha creído que le nombraban a él porque hoy Belcebú parece un poco gangosa.

¡Gangosa!

Pues yo qué sé, así ha sonado.

—Bueno, Bueno... largo —hace un gesto con la mano saliendo ella de la sala de juntas aún con esa asquerosa sensación...

Cuando Gabriel, que les ha encontrado AL PUTO FIN entra por la otra puerta. Vamos, que no es como que vayan a cuchichear menos si ENTRAS ahí.

Belcebú mira hacia el pasillo sin haberle notado. De hecho, el resto, que estaban, recogiendo, se callan al verle.

—What the fuck! —exclama uno, sorprendido

—Nada en este maldito lugar tiene sentido y sois todos unos embusteros —protesta Gabriel.

Sin CityDonde viven las historias. Descúbrelo ahora