Y... ahí va el milagro angelical porque no quiere hacerle sentir mal, no quiere eso ni un poco.
Ngk!
Aziraphale aprieta los ojos y se separa del beso con la protesta.
Ahí está con los ojos en blanco porque le está llegando toda la memoria de golpe.
El ángel pega su frente a la de Crowley y aprieta los ojos, asegurándose de no quitarse antes de tiempo, que respira un poco agitadamente todavía, abrazándole.
—¡Lo siento, lo siento, no quería hacerte sentir mal! —le besa la frente
—¿Q-Qué?
—Crowley? —susurra con los labios sobre su frente.
—Ugh... me duele la cabeza.
—Oh... —le pone una mano en la frente ahora e intenta arreglarlo—. ¿Sabes quién soy?
—Ojalá no lo supiera.
—¿Y ahora por qué?
Sonríe un poco.
—¿Eres Crowley... mi Crowley?
—No —miente tras una pausita, humedeciéndose los labios.
—¿Cómo que no? ¿Cómo sabes?
—Recuerdo... ehm... cosas vagas de... hoy y... nada más.
—¿¡Y nada más?! —pregunta un poco estresado el muy inocente.
—N-Nada.
—¿¡Sabes quién soy o no?!
—Mmmmm... no.
—¿N-No? ¡Pero si te he curado del todo!
—No ha funcionado —niega.
—P-Pero... ¿y no recuerdas? ¡Soy yo! ¡Aziraphale!
—Oh... ehm... nice to meet you.
—No, no. ¡Nos conocemos hace milenios!
—Oh, really?
—¡Crowley! —mano al pecho.
—Yes?
—Soy yo, soy angel. ¿¡Cómo no me vas a recordar?!
—Ángel... ¿Así te llamas? Antes has dicho otro nombre... así como... ¿"Aereopostal"?
—Aziraphale —se separa un poco para mirarle, más preocupado. ¿Y si de verdad en el infierno le habían hecho algo para olvidarle? Sería otro golpe macabro genial. Le vuelve a poner una mano en la cabeza
Se aparta porque... a ver si lo va a dejar tonto de tanta curación. Más.
Quizás le quita lo tonto.
—¡No te quites!
—Claro que me quito.
—¡Te estoy curando!
—¿Cómo?
—Pues con la mano, ¿cómo que cómo? Soy un ángel, puedo curarte con el tacto.
—Espera... ¿qué? ¿Eres un ángel?
—W-What?!—se separa un poco más y levanta la cejas.
Crowley le mira de arriba abajo levantando las cejas. Aziraphale se cubre, porque... está desnudo, por el amor de Dios ¡y no podría parecer menos angelical!
—No pareces para nada un ángel...
Se sonroja completo. Hasta el pelo parece rosado, sentándose en el sillón y dándole la espalda. Traga saliva
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Sin City
Humor-Lo sé, ¡¡Por el amor de Dios!! Pero no podemos hacer tonterías -protesta Aziraphale, preocupado. -Tampoco nos extralimitemos -responde Crowley levantando las manos hacia él-. No estamos como para exigirnos más de lo que somos capaces.