Untitled Part 193

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Le toma del brazo y él lo lleva en un rayo, así que... ahí llegan y todos están yendo de un lado a otro un poco como gallina sin cabeza.

"Estoy enfadado" asegura Raguel para Aamón en su interior.

"Ya lo siento... no sé si sea muy bueno. Se lo merecen, pero..." responde el demonio.

"Estoy MUY enfadado. ¿Cómo entran así a mi casa? ¡Ni siquiera entran así a mi oficina!"

"¿No se puede poner alguna... maldición para que no puedan entrar como hicimos con las bendiciones?"

"Vamos a tener que hacer pruebas, pero NO van a entrar otra vez así, ¡es increíble! ¡Con armadura y espadas de fuera!"

"Y no es que haya venido uno o dos."

"¡Todos! Es increíble que GABRIEL... ¡Voy a ir un día yo a buscarle a la mitad del sexo!"

"Voyeur" Le hace sonreír de ladito.

—¡No! —protesta el ángel en voz alta y se sonroja. Ejem, arréglalo—. ¡No tienen que ir por mí! Ehm... vamos a buscarles.

—No sé dónde estarán todos —asegura Remiel.

—Pues... vamos con Daniel a que les llame en el altavoz —sugiere Raguel que habitualmente NUNCA sugeriría eso por ser un poco incendiario y dramático.

—Vale, es buena idea.

Raguel va para allá con paso decidido y el ceño fruncido.

—Daniel, ¿Gabriel y Miguel ya han bajado?

—¿Bajar? No, me han mandado un mensaje antes que se iban todos pero creo que ya han vuelto.

—Por favor vocéales a todos, dile que Raguel quiere verles. De inmediato, que está MUY enfadado y que más vale que se preparen —añade Aamón a través de su boca.

—¿Que estás... qué? —pregunta Remiel.

—E-Enfadado.

—¿Tú? ¿Por?

—¡Porque han bajado a buscarme sin avisar!

—Oh... ¿Y? Creo que dijeron que estabas en peligro.

—¡No estaba en peligro!

Bueno, ahí va Daniel a avisarles mientras Remiel sonríe nervioso

—Les he dicho en la sala de reuniones tres porque la dos y la uno están ocupadas.

Raguel bufa, cruzándose de brazos y poniéndose más de mal humor aún, como se le hubieran dicho una tragedia.

—Vamos a la maldita sala tres.

"¿No te gusta la sala tres?" pregunta Aamón.

"¡No me gusta que no se pueda en la sala que quiero! Además no tiene tan bonita vista."

"Pues pon algunos espejos."

"Espejos? Ohhh..." sonríe.

El demonio se ríe.

"No traje tu cuerpo."

"Pero tenemos tu calvita" le pasa una mano por ella.

—Ehm... —vacila Remiel porque Raguel se está riendo solo y todo eso.

"No sé qué es lo que te gusta de la calvita" sonríe girándose a Remiel.

"Todo" sigue pasándole las manos.

"No quieres que me deje el pelo crecer de nuevo? Podría hacer un esfuerzo."

—¡No! —le hace chillar Aamón alertando a Remiel.

Sin CityDonde viven las historias. Descúbrelo ahora