Joder, quizás hasta le escuche. La cosa es que... Aziraphale sale del edificio, abre el paraguas y antes de que pueda o no escucharle gritar eso, alguien le pone una bolsa negra y apestosa en la cabeza, dándole un golpe en la nuca.
Oh, vaya.
Aunque a Crowley en este momento no le importe dado que no pretende volverle a ver.
Lo que pasa es que Crowley en este momento no se va a enterar, desde luego.
Sí, lo imaginamos. Ya lo notarás.
Tras gritarles a las plantas se va a ir a ver Sounds of Music (sí, otra vez) y a llorar como si no hubiera un mañana mientras canta Edelweiss a todo pulmón, que ni siquiera es una buena canción para bloody desahogarse y a beberse hasta el agua de los floreros (sí, eso las enseñará a respetarlo. Sí, otra vez) y luego a quedarse dormido en el sofá por una década.
¿¡Una DÉCADA?! ¡JODER! Van a ser diez años largos en tu vida, Aziraphale.
Nah, seguro algo pitará tarde o temprano. Maldita sea con eso.
A las tres de la tarde del día siguiente porque seguimos sin creer en las mañanas, es que se va a despertar, habiendo acabado durmiendo sobre la tele. Colgando los pies por un lado y la cabeza por el otro. No nos preguntéis como.
El caso es que se baja de ahí y cruje toda la espalda en un movimiento serpenteante como si no tuviera huesos.
Mira la estúpida cara de la estúpida Julia Andrews en el estúpido menú de entrada de la estúpida película. Los restos de la estúpida cena en la mesa, las como cuatro botellas de vino que fueron yendo de un lado a otro por toda la casa y la solitaria y estúpida tumbona del balcón.
Todo tan decadente.
Y casi se pone a llorar otra vez... la verdad. Pero no. No. Lo que va a hacer es no dejar que ese estúpido ESTÚPIDO ángel se crea que tiene algún poder sobre él.
Así que visto que Michael Sheen debe estar leyéndose otro fanfiction que no es este y por eso no le ha contestado... David Tennant no tiene redes sociales y la verdad, Neil Gaiman le da un poco de miedo. Pues va a tomar las riendas de esto él mismo.
Y para que vea que TAN guay es y que TAN poquito le importa. Se vamos a vestir con su mejor look de mujer sexy despechada/recién divorciada y a ir a comprar un estúpido Kamasutra a la estúpida librería. Eso es.
¡Cielos! Un... Kamasutra.
Así que se ducha y se viste y se peina y se maquilla y se perfuma y si luego resulta que lo que hace es acabar pidiéndole disculpas y suplicándole pues... ¡caerá sobre la conciencia del ángel!
Gracias por los ánimos con Killer queen, Bentley. Ahora sí era el momento. Aparca frente a la tienda, tan digna y se baja del coche intentando no meter los zapatos de tacón en un charco.
A Aziraphale le encantaría verte así.
Porque son imprescindibles para el viuda-alegre style. Eso y el sombrero de rejilla que va con el vestido negro y todo lo demás. Lo único que es rojo es la suela de los zapatos.
¿La librería está cerrada?
Hay mucha discusión al respecto aquí... No. Sí. ¡No! ¡Sí! No. Vale. No. No está cerrada.
De todos modos se va a pelear con la puerta porque pone "tire" y debería decir "empuje". Maldito en día que maldijo todos esos carteles del mundo para que se fueran girando de un lado a otro aleatoriamente. Pero igual entra con un tintineo de la campanita después del forcejeo inicial.
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Sin City
Humor-Lo sé, ¡¡Por el amor de Dios!! Pero no podemos hacer tonterías -protesta Aziraphale, preocupado. -Tampoco nos extralimitemos -responde Crowley levantando las manos hacia él-. No estamos como para exigirnos más de lo que somos capaces.