—Shut up —protesta e intenta mover tierra como le ha pedido. Crowley lo hace también, a la vez.
Mientras están desarmando la carcel del infierno... es que repentinamente se abre la puerta de golpe.
—CROWLEY! —Es la voz de Belcebú.
Crowley, que tiene las alas abiertas y está mirando la forma de cubrir a Aziraphale completamente con ellas para sacarlo de ahí A TRAVÉS del fuego, pega un salto.
Y lo siento, pero Aziraphale se le esconde en las alas, haciéndose el mismo un capullito con las suyas. No me extraña, él también lo haría si pudiera.
—¿¡PERO QUÉ COÑO ESTÁS PENSANDO?!
—¿No lo... estoy haciendo? —propone—. Y seguramente ese es el problema —sonrisita nerviosa.
—No puedes, DECIDIDAMENTE NO PUEDES SEDUCIR A GABRIEL.
—¿Qué? ¡Claro que no! —se finge tan inocente, incluso ofendida con esa propuesta.
—¡Eso me ha dicho Hastur!
—Hastur —levanta las cejas y le mira—. ¿¡Pero cómo se te ocurre?!
—What?! Si eso me has dicho... ¡Eso me ha dicho! ¡Que fuera por usted, Lord Belcebú y le dijera exactamente lo que me ha dicho!
—¡Pero cómo voy a decirte que vayas a decirle eso si justo hace una hora acabamos de discutir exactamente esto!
Hastur parpadea, porque el tipo es denso, DENSO.
—No será que estás... teniendo ideas propias a pesar de las órdenes expresas de Lord Belcebú. Como traer a este ángel aquí... y ahora esto.
—¿¡Cuál ángel?! —pregunta Belcebú levantando las cejas
—Ninguno, ya se está yendo —se mueve un poco empujando a Aziraphale hacia la puerta.
—¿Tienes un ángel aquí?! Pero si dije...
—Ya se va —asegura aun empujándole—. Hastur la ha cagado, pero esto no va de flagelar a nadie así que...
Aziraphale camina arrastradamente y se topan a Dagon en la puerta, que como estaba oyendo gritos y estaba aburrida en el archivo a venido a ver qué pasa con dos demonios más de por ahí.
Aziraphale se estrella con ella y Crowley aprieta los ojos porque ¡JODER! El ángel mete las alas y Belcebú les concede un par de minutos de gracia, gritándole a Hastur.
—Dagon, ¡tío! ¿qué te cuentas? —Crowley hace para apartarle—. Si nos permites... tenemos un poco de prisa —tira de Aziraphale igualmente.
—¿Qué está pasando? —pregunta Dagon
Aziraphale se deja tirar, intentando alejarse de Dagon lo más posible. De hecho puede que le eche una pequeña bendición entre dientes. Así que Dagón salta como si algo acabara de quemarle y Crowley aprovecha eso para apresurarse aún más.
—Benditas bendiciones —medio grita Aziraphale, sonriendo.
—¡Corre, corre! antes de que se den cuenta —le suelta de la cintura y tira de él de la mano.
—¡Eso hago! —protesta un poco, corriendo igual todo lo que puede pero es que... le duele TODO.
Es que Crowley lo va a levantar y a llevar en volandas. Ríete lo que quieras, Hastur, por tus buenos presagios. Aziraphale se deja... se van a ver hermosos corriendo así, como una princesa mientras se le esconde en el cuello, además.
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Sin City
Humor-Lo sé, ¡¡Por el amor de Dios!! Pero no podemos hacer tonterías -protesta Aziraphale, preocupado. -Tampoco nos extralimitemos -responde Crowley levantando las manos hacia él-. No estamos como para exigirnos más de lo que somos capaces.