Llegué a la universidad sin saber muy bien como dar la cara a Lucy, me fui de su apartamento sin decirle nada. Como el mujeriego que era salí huyendo de allí como siempre hacía con las otras chicas. Ciertamente no había pegado ojo en toda la noche pensando en lo que sentía por ella. A quien me encontré fue a Juvia esperando a los demás.
—Menuda cara —dijo al verme— ¿No has dormido bien?
—No... —alzó una ceja.
—Lucy ¿verdad? —preguntó. La miré con el ceño fruncido. Asentí.
—No sé qué me pasa —dije. Suspiró.
—Yo sí —dijo.
—¿Qué? —pregunté.
—¿De verdad quieres saberlo? —preguntó. Pues claro. Asentí— Te estás enamorando de ella —dijo. Negué con la cabeza.
—No, no me estoy enamorando de ella.
—Natsu, a mí no importa que me lo escondas, sé cómo te sientes. Yo empecé como tú.
—¿Cómo yo?
—Sí, a ver, si es cierto que vi a Gray hace tiempo en París cuando Lucy habló con él. Me atrajo desde el primer momento que lo vi, y una vez estuve aquí no lo dude fui a por él. Al principio era atracción, obvio que quería algo más y me di cuenta que estaba enamorada de él.
—Tú lo persigues desde que te conozco.
—Lo sé, entiendo que puedo ser una pesada y hasta cierto punto acosadora, pero cuando quiero algo no paro hasta conseguirlo, soy persistente.
—Pero ahora es diferente, la situación es la que es —dije. Ellos tienen esa relación.
—Lo sé, por eso no pienso mucho, dejo que las cosas fluyan poco a poco, no quiero forzar nada —dijo. ¿Qué fluyan poco a poco? ¿Está pensando en separar a eso dos?
—¿Y eso que tiene que ver conmigo? —pregunté.
—Pues que desde el primer momento que la viste te atrajo. Te gusta Lucy, es más que evidente y poco a poco te estás enamorando de ella.
—No... —negué. Me volvió a mirar con esa cara de a mí no me engañas— está bien, me gusta más de lo que quiero reconocer, pero sé que no puede ir a más la cosa y tampoco sé si quiero que vaya a más —negó con cabeza.
—Ya te lo dije, tienes miedo. Es normal, es algo nuevo para ti. Mira, lo entiendo, tú eras o eres el que eres, un mujeriego, pero llegará un momento que dejarás de serlo, te centrarás. Eres joven, disfrutas de la vida, vamos lo normal en un chico de nuestra edad. Es normal sentir miedo cuando cierras una etapa de tu vida —dijo.
—¿Y tú decías que Lucy era la chica más madura que has conocido? tú no te quedas atrás —dije. Sonrió.
—Ya, bueno. Lo que quiero decir, es que en tu mano está aceptar lo que sientes o seguir como estás —dijo. No me ayuda mucho eso.
—Ella no quiere nada —dije. Además, ella debería saberlo.
—Ella también tiene miedo —dijo. ¿Miedo? ¿Por qué va a sentir miedo si está con Gray?
—¿Miedo de qué? —pregunté.
—De sentir algo más por ti que atracción física —contestó. Tragué en seco, ¿eso sería posible? Pues claro idiota, que esté con Gray no significa que no se pueda enamorar de otro. Pero no tiene sentido, si es así, ¿por qué dijo que no al trato de amigos con beneficios en exclusividad?
—No tiene sentido —dije.
—Sí lo tiene —le puse mi cara de explícate—. No quiere que se repita la historia.
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¡HURACÁN LUCY!
RomanceQuien le diría al joven Natsu Dragneel, que su tranquila vida de mujeriego iba a dar un giro de 360º. ¿Y por qué razón? Ella. Según él, una pija malcriada de lengua viperina y mirada venenosa. Había llegado el ¡Huracán Lucy! Fecha de inicio: 08/01/2...