Volvimos a la universidad tras los días de descanso, esperábamos el ataque de Lisanna. Lucy y yo no dormimos la última noche juntos, quiso quedarse en casa de sus padres, aún estaba preocupada por Happy y yo volví a mi apartamento. No vimos a sus padres, pero seguramente ella los debía haber enfrentado. Tampoco habíamos hablado mucho, más que el breve encuentro al llegar a la universidad con los demás. Ella había hecho tarde y había venido con su propio coche. Ni rastro de los de seguridad.
La novedad a la vuelta era que Sherry había conseguido amigas. Por lo visto, de las que no iban lamiendo el culo a Lisanna, ¿qué cómo había conseguido amigas si nadie la tragaba? Un misterio, pero así era. Sherry tenía amigas nuevas, hablaba con Lucy en las clases, ya que esas chicas no iban a la nuestra, pero a la hora del almuerzo la cosa cambió un poco. Sherry se sentó con sus nuevas amigas y Lucy... bueno, yo estaba feliz con el cambio.
—¿Te vas a comer eso? —preguntó Lucy mirando mi nugget de pollo que me había sobrado. Negué— ¿Puedo? —sonreí.
—Todo tuyo —lo cogió y se lo llevó a la boca como niña pequeña.
—Coneja, no paras de tragar.
—Estoy nerviosa, esa peliblanca no ha hecho ningún movimiento y siento su mirada matadora en nosotros.
—Normal, la de ella y la de media universidad —dijo Levy—. Ya se rumorea que habéis vuelto.
—Esa loca estará que se sube por las paredes —dijo Juvia. Evitamos mirar a la mesa de Lisanna. Aunque yo disimuladamente miré. Tanto ella como el idiota de Loke miraban a nuestra mesa, no muy felices.
—Que piense lo que quiera, pero no me pienso mover de aquí —dijo Lucy decidida.
—Pues déjame decirte que sí te vas a tener que mover —dijo Erza. Todos la miramos—. La hora del almuerzo ya acaba, hay que volver a clase —rodamos los ojos. La Erza estricta ya estaba presente.
Salimos de la cafetería como el resto de los alumnos y nos dirigimos a nuestra siguiente clase. Lucy y Levy se fueron juntas ya que tenían la misma asignatura. El resto nos dirigimos a nuestras respectivas clases.
—Natsu —¿de dónde coño ha salido? Miré a ambos lados buscando una salida, pero nada, esos dos idiotas se habían ido al baño juntitos. Tendría que enfrentarla solo.
—¿Qué? —respondí molesto.
—Me mentiste. Dijiste que cenaríamos todos juntos y te fuiste de viaje —me recriminó.
—Lisanna, no eres nadie para recriminarme nada.
—Soy la futura madre de tu hijo. Algo sí soy —la miré envenenadamente. Esas palabras de su boca me causaban repugnancia. No quería que ella fuera la madre de mis hijos.
—No lo eres. Y otra cosa te voy a decir, no vuelvas a enviarle nada a Lucy —me miró confundida—. No te hagas la que no sabe nada. Sé que fuiste tú.
—No sé de qué me hablas.
—Vamos Lisanna, no soy idiota. ¿Quieres hacerte la tonta? Bien, es tu problema y ahora si me disculpas, tengo clase —pasé por su lado y me cogió del brazo.
—Espero que lo pasaras bien en el viaje, porque a partir de ahora las cosas van a cambiar y mucho.
—¿Me estás amenazando?
—Tómatelo como quieras, yo te lo he avisado. No voy a quedarme sentada sin hacer nada mientras sigues en tu nube de amor con esa estúpida.
—Lisanna, acabaremos muy mal como sigas amenazándome. Suéltame.
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¡HURACÁN LUCY!
RomansaQuien le diría al joven Natsu Dragneel, que su tranquila vida de mujeriego iba a dar un giro de 360º. ¿Y por qué razón? Ella. Según él, una pija malcriada de lengua viperina y mirada venenosa. Había llegado el ¡Huracán Lucy! Fecha de inicio: 08/01/2...