—¿Lo has hecho? —¿en serio no me podía dejar ni cinco minutos?
—Sí Lisanna, ya está hecho. Es lo que querías ¿no?
—Sí, pero quiero algo más —fruncí el ceño.
—¿Qué? ¿Qué más quieres? —sonrió y me tomó de la mano. Me arrastraba a la cafetería. Entramos y se quedó en medio de la misma. Se puso frente a mí.
—Bésame.
—¿Qué?
—Hazlo. Todos deben saber que eres mío.
—No voy a...
—¿Seguro? —me interrumpió. Sacó su teléfono y me lo mostró. En la pantalla había una foto de Lucy saliendo de la empresa de nuestros padres— Una llamada y... —la tomé con fuerza por los brazos. Sentí todas las miradas sobre nosotros. Maldita... me acerqué a ella. Sonrió antes de cerrar los ojos. No los cerré, no iba a cerrarlos con ella. Junté nuestros labios y los murmullos no tardaron en aparecer. La aparté de mí— Muy bien, eres muy obediente.
—Déjame.
—Claro, mis amigas me están esperando —se puso de puntillas y me besó la mejilla. Se fue dirección a su mesa. Su sequito estaba esperándola.
—Natsu —noté la mano de Erza en mi hombro. La miré—, ven sentémonos —me dejé arrastrar por Erza hasta la mesa de nuestros amigos.
—¿Estás bien? —preguntó Jellal. Asentí.
—Agh, como la odio —dijo Levy entre dientes—. Si tan solo me dejarais...
—Levy, ya lo hemos hablado. No quiero que vayas y le hagas nada. No quiero que te pase nada —dijo Gajeel serio.
—Lo sé, pero no puedo ver esto. Han roto por ella. Los dos se han rendido ante ella.
—No me he rendido.
—¿No? Pues no lo parece —afirmó Levy.
—Debo obedecerla, sino Lucy saldrá lastimada —Levy resopló.
—Quizás tú no te hayas rendido, pero Lucy sí. Y no sé por qué —dijo Levy.
—Es normal, está asustada —dijo Erza.
—Sí, puede ser. Aunque es extraño en Lucy rendirse —dijo Gajeel.
—Quizás piensa que es lo mejor —dijo Jellal—. Al igual que Natsu que no la quiere ver sufrir a ella. Ella no quiere que Natsu sufra por haberla arrastrado a una vida donde Lisanna le haga la vida imposible. No conozco a Lucy tanto como vosotros, pero durante este tiempo he podido ver como es. Respeta las decisiones de cada persona, y Natsu había tomado la decisión de dejarla. Lucy no es tonta, se debió dar cuenta y para facilitarle las cosas a Natsu fue ella la que dio el paso. Aunque eso la matara. ¿Acaso no haríais lo mismo en su situación?
—Pues no. Yo ya la habría denunciado —contestó Levy—, pero Lucy es estúpida y por no arruinarle la vida a nadie ella es la perjudicada.
—Levy... —dijo Erza.
—No, Erza, es la verdad. No sé cómo hemos permitido que las cosas llegaran tan lejos. Tendríamos que haberle puesto el alto desde el primer momento que abusó de ella.
—Ninguno sabía que Lisanna estaba tan loca —dijo Erza.
—Pues más que más. Cuando casi la ahogan en su casa debimos decir que se trataba de Lisanna y contar todo lo que había hecho. Hubieran abierto una investigación o algo —sabía que Levy tenía razón.
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¡HURACÁN LUCY!
Storie d'amoreQuien le diría al joven Natsu Dragneel, que su tranquila vida de mujeriego iba a dar un giro de 360º. ¿Y por qué razón? Ella. Según él, una pija malcriada de lengua viperina y mirada venenosa. Había llegado el ¡Huracán Lucy! Fecha de inicio: 08/01/2...