—Hey, ¿habéis visto a Lucy? —pregunté. Estaba un poco preocupado por la pesadilla que tuvo. No había desayunado apenas y era raro, porque cada día se comía un bollo o algo procesado.
—No —contestó Levy—, estará por llegar.
—¿Preocupado? —preguntó Gray. Lo había notado.
—¿Ha pasado algo? —preguntó Levy.
—No, tranquilos, una tontería —sonreí a medias.
—Ay Salamander ¿ya molestas a la Coneja? —se burló Gajeel. Los demás rieron.
—Natsu —la fulminé con la mirada.
—Te has equivocado de mesa —dijo Levy de mala gana.
—Sigue adelante, es un poco más allí —indicó Juvia. Lisanna las miró mal a ambas y volvió a posar su mirada en mí.
—Por favor, debemos hablar —rogó.
—Yo contigo no tengo nada de qué hablar. Así que hazme el favor y vete —dije molesto.
—Vas a tener que afrontar tus actos de una forma u otra —dijo. Está loca.
—¿De qué habla? —preguntó Gray.
—De tonterías —contesté.
—¿Tonterías? Un bebé no es ninguna tontería —dijo. Todos la miraron incrédulos.
—¿Un bebé? —Gray me miró.
—Dice que está embarazada y que el bebé que espera es mío —solté sin más. Todos se miraron y estallaron en una gran carcajada. No la creían.
—¡Es tuyo! ¡La noche de la fiesta no usamos protección! —dijo alzando un poco la voz. Suerte que el barullo de la cafetería apaciguaba su voz.
—Anda bonita, lárgate con tus mentiras a otra parte —dijo Juvia.
—Sí, vete con la música a otra parte —agregó Levy—. Si has sido tan zorra para abrirte de piernas a cualquiera no vengas a encasquetarle el muerto a otro.
—¡No estoy mintiendo! ¡Digo la verdad! —gritó Lisanna.
—Sí, sí, lo que tu digas —dijo Gajeel.
—Haz el favor de marcharte, anda —dijo Gray.
—No lo vas a hacer por las buenas, pues será a las malas —dijo Lisanna, mirándome. La miré impasible. Se dio la vuelta y se dirigió a su mesa.
—Menuda loca. Está como una puta cabra —dijo Levy.
—Muy fuerte que venga con una mentira tan gorda —dijo Juvia.
—Gorda se va a poner como sea verdad —se burló Gajeel. Todos rieron por su comentario.
—Flamitas, en el fondo me das lástima. Yo creía que Juvia estaba loca, pero hay quienes la superan —dijo Gray.
—¡Oye! —se quejó Juvia. Gray rio y le pasó el brazo por los hombros— Tonto, yo solo iba detrás de ti, no me tiraba a todo lo que se meneaba.
—Y muy bien que hiciste —dijo Gray.
—Oh, por favor, eres un machista —dijo Levy—. ¿Qué pasa? ¿Tú sí podías tirarte a todo lo que se meneaba, pero ella no? Muy mal Gray, muy mal.
—No me refería a ... —a ver como sales de esta Gray. Gajeel y yo nos reíamos. Erza, Jellal y Lucy no habían llegado todavía.
—Cariño —dijo Juvia. Gray la miró—, no intentes arreglarlo, lo empeorarás. No estoy molesta. Yo solo tuve ojos para ti desde el momento en que te vi en esa pantalla de ordenador —Juvia sonrió. Gray se ruborizó un poco.
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¡HURACÁN LUCY!
RomansaQuien le diría al joven Natsu Dragneel, que su tranquila vida de mujeriego iba a dar un giro de 360º. ¿Y por qué razón? Ella. Según él, una pija malcriada de lengua viperina y mirada venenosa. Había llegado el ¡Huracán Lucy! Fecha de inicio: 08/01/2...