CAPÍTULO 72 ¡NATSU ¿QUÉ HACES AQUÍ?!

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Salí del club de Cana y puse rumbo a la mansión Heartfilia. Llegué y me fijé en uno de los coches que había aparcados, era el coche de mi padre, eso me extraño. Toqué el timbre y Virgo me abrió, me saludo con su típica frasecita. Me hizo pasar y escuché risas conocidas por mí. Eran mis padres.

—¡Natsu! ¿Qué haces aquí? —me preguntó mi madre al verme. Estaban mis padres y los de la Princesita sentados en el salón. Mi madre se acercó y me dio dos besos.

—Oh, querido bienvenido a nuestra casa —me saludó Layla. Hizo lo mismo que mi madre, me dio dos besos.

—Eh... Hola —dije. Los miré extrañados. Sabían que eran amigos, pero no que quedasen.

—Me alegro de volver a verte —me saludó Jude, el padre de Lucy, nos dimos un apretón de manos.

—Hijo —dijo mi padre a modo de saludo y me dio un abrazo. Vale... esto era raro. A ver tuve mi momento padre e hijo con él, pero que me saludara así. Era raro de cojones. Lo veía muy sonriente, mmm, relajado. Bueno los cuatro estaban muy sonrientes, luego me fijé en las copas que tenían sobre la mesa baja y entendí, estaban achispados.

—Cariño, no me has contestado ¿qué haces aquí? —volvió a preguntar mi madre.

—He venido a ver a Lucy —contesté. Los cuatro soltaron una risita por lo bajo. Fruncí el ceño.

—Bien, eso está bien —dijo mi madre.

—Querido, ¿has cenado? —preguntó Layla. Negué con la cabeza. Teníamos planeado cenar en el club— Oh, bien, pues cenarás con nosotros. La cena estará lista en breve.

—Gracias —dije. Pero lo que yo quiero saber es dónde está la Princesita.

—Ve con Lucy, está en la cocina —dijo mi madre. Asentí agradecido. Los cuatro volvieron a reír. Me dirigí a la cocina. Entré, vi a varias personas cocinando. Busqué a la Princesita con la mirada y allí estaba sentada de espaldas a mí. Estaba preciosa, llevaba el vestido que llevó la primera vez que fuimos al club de Cana. Me acerqué a ella sigilosamente. Las personas que cocinaban no se pararon a mirarme.

—Vamos Happy, tienes que tomarte la medicina —le dijo la Princesita. Trataba de darle algo con una jeringa.

—Quizás si le das una galleta te deja dársela —dije.

—¡Natsu! ¿Qué haces aquí? —preguntó sorprendida. Sonreí.

—Mi madre me ha preguntado exactamente lo mismo —dije divertido. Mismas palabras. Hizo un intento de sonrisa, pero no le salió—. Estaba preocupado por Happy. Gray dijo que estaba mal —me miró sorprendida. A ver el bicho ese no es que me cayera mal, pero me daría pena que le pasase algo. Por lo que veo ella le tiene mucho aprecio. Miró a Happy y se puso triste.

—Es culpa mía.

—¿Qué? ¿Es culpa tuya que esté mal? —ella asintió. ¿Culpa suya? Lo dudo— ¿Por qué dices eso?

—Porque no he sido cuidadosa, dejé una bolsa de galletas y se ha empachado —dijo con voz arrepentida. Empecé a reírme. Me miró venenosamente— ¡No te rías no tiene ni pizca de gracia! —dijo molesta.

—Perdón, perdón. A ver, lo siento por el bicho —Happy me miró. Ugh, que mal rollo de bicho—, pero que se haya empachado no es culpa tuya, es de él que es un goloso.

—Pero la responsabilidad es mía, yo debo tener cuidado de que no le pase nada —dijo. Volvió a mirar a Happy preocupada. Había que decirlo el bicho se veía pachucho.

—Tranquila, ¿no te han dado medicina? —entendí que habían llevado al bicho al veterinario. Asintió— Pues con eso se pondrá bien. En cuanto la tome estará bien.

¡HURACÁN LUCY!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora