—¡Buenos días, Princesita! —la saludé en el aparcamiento de la universidad, siempre la encontraba sola esperando. Y sí, yo ya no llegaba tarde.
—¡Buenos días, Feo Dragón! —saludó— ¿Hoy toca moto? —me preguntó al ver que había venido con ella.
—Sí, hoy parece que no va a llover, así que me he arriesgado —contesté.
—¿Y tú que tal, has podido descansar? —le pregunté. Me miró extrañada.
—¿Por qué preguntas? —preguntó.
—Ayer oí a mi madre que hablaba contigo y te dijo que descansaras y cenaras algo rico —contesté. Ella sonrió.
—Siempre escuchando conversaciones ajenas —dijo acusatoriamente.
—No estaba escuchando, bueno sí, pero no intencionadamente —dije.
—Entonces admites que las otras veces escuchabas intencionadamente —dijo burlándose.
—¿Qué? No claro que no —dije molesto.
—Entonces admites que las otras veces si estabas escuchando —dijo. La miré entrecerrando un poco los ojos.
—No admito nada —espeté. Ella se limitó a reírse.
—Sí, he descansado bien, gracias por tu preocupación —dijo y me dedicó una de sus hermosas sonrisas.
—¿Y cenaste algo rico? —pregunté. Me miró con cara que no me lo quería decir— ¿y? —insistí.
—Vale, pero... no te rías —dijo y se mordió el labio. ¡Mierda! ¿por qué tiene que morderse el labio? Me dan ganas de atacar a su boca. Dragneel divagas.
—¿No me lo vas a decir? —pregunté.
—Promete que no te reirás —dijo como niña pequeña.
—Lo prometo —dije. Suspiró.
—Nuggets de pollo y sopa de estrellitas —dijo. Respiré profundo aguantándome la risa. ¿Es en serio? Natsu, no te rías que lo has prometido. No me mires, que no podré aguantarlo.
—Vale, puedes reírte que te vas a quedar sin aire —dijo. Y solté la carcajada que me estaba aguantando.
—Lo siento —dije aun riendo.
—Tranquilo, sabía que no podrías aguantarte la risa —dijo también riéndose un poco—, pero has roto mi promesa —dijo burlándose.
—Es que era imposible mantenerla —dije.
—La próxima vez que me prometas algo lo tendrás que cumplir o si no se lo diré a Erza —dijo todo digna.
—Aprendes rápido —dije. Sabe que Erza hará cumplir lo que sea.
—Lo sé —dijo y me dedicó una sonrisa— Por cierto, ¿Qué tal ayer en la empresa?
—Pues realmente bien, conocí a Acuario.
—¿Y qué te pareció? —preguntó interrumpiéndome.
—Un poco... ¿histérica? —dije divertido. Ella sonrió— Me pidió que hiciera un diseño, lo hice y tu madre lo quiere incluir en la colección de navidad —dije.
—¿En serio? —dijo sorprendida. Asentí— me alegro mucho —dijo con su perfecta sonrisa.
—¿De verdad? —pregunté.
—Sí, tienes la habilidad y la capacidad para hacerlo, eso es genial —dijo—. Aunque un diseño en una tarde, debió ser realmente bueno para que mi madre decidiera incluirlo.
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¡HURACÁN LUCY!
RomanceQuien le diría al joven Natsu Dragneel, que su tranquila vida de mujeriego iba a dar un giro de 360º. ¿Y por qué razón? Ella. Según él, una pija malcriada de lengua viperina y mirada venenosa. Había llegado el ¡Huracán Lucy! Fecha de inicio: 08/01/2...