Desde siempre he criado cuervos, y hasta ahora no me han sacado los ojos.
En cambio siempre me traen muchas cosas lindas pertenecientes a los diferentes niños que duermen apacibles en diferentes partes del mundo, confiados en las mentiras de sus padres con respecto a que las brujas ni los monstruos existen.
Mis cuervos son unos pajarillos de lo más obedientes, y saben bien acerca de mi gusto por la joven carne cruda, brindándome cada noche el dulce sabor de un crimen perfecto.
ESTÁS LEYENDO
Mini-Historias de Terror
HorrorPorque no hacen falta muchas palabras para producir el más hondo de los escalofríos... He aquí una colección de breves, brevísimos relatos de terror y misterio...