Él me abrazó con fuerza antes de asestarme el primer mordisco.
"Cuando juré en el altar que sólo la muerte nos separaría, no estaba mintiendo..." pensé, dibujándose una sonrisa agridulce en mi rostro mientras él me desgarraba las entrañas, devorándolas luego con bestial voracidad.
—Zombi o no, igual te amo...—alcancé a musitar con mi último aliento.
ESTÁS LEYENDO
Mini-Historias de Terror
HorrorPorque no hacen falta muchas palabras para producir el más hondo de los escalofríos... He aquí una colección de breves, brevísimos relatos de terror y misterio...