Tan claro como el día, yo fui capaz de visionar esa madrugada un rostro emergiendo de las paredes de mi habitación.
"¡Por favor, no dejes que me lleven!" alcanzó a suplicarme esa aparición, justo antes de que una serie de manos sombrías apareciesen a su alrededor, cubriéndolo por completo hasta finalmente no dejar rastro alguno de su presencia en dicho lugar.
Cuando por fin fui capaz de reaccionar, extendí mis manos hacia la pared, la cual estaba cubierta por una serie de manchas negras y húmedas que no tardaron en desaparecer ante mis perplejos ojos, dudando todavía yo si lo que acababa de ver había sido un mero producto de mi imaginación o alguna clase de pesadilla tremendamente vivida.
Pero en cuanto intenté quedarme dormido nuevamente, volví a escuchar la misma súplica de antes:
"¡No dejes que me lleven!"
Esta vez no me atreví a abrir los ojos.
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Mini-Historias de Terror
HorrorPorque no hacen falta muchas palabras para producir el más hondo de los escalofríos... He aquí una colección de breves, brevísimos relatos de terror y misterio...