—Ayúdame—me dijo ella, la pálida niña que vi detrás de mí, reflejada en el espejo puesto al final del pasillo en mi casa.
Su vestido estaba todo manchado de sangre.
Al volver la mirada, no vi absolutamente a nadie.
Pero en la superficie del espejo aún pequeñas marcas ensangrentadas de dedos.
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Mini-Historias de Terror
HorrorPorque no hacen falta muchas palabras para producir el más hondo de los escalofríos... He aquí una colección de breves, brevísimos relatos de terror y misterio...