Anoche soñé que un grupo de muñecas de porcelana sin ojos irrumpían repentinamente en mi habitación, demandando inmediatamente que yo le entregase a cada una de ellas partes de mi piel y mis órganos.
—A cambio puedes quedarte con nuestros ojos—me dijeron ellas, mientras abundantes larvas de mosca comenzaban a brotar de sus cuencas vacías—. Así tú también podrás ver las mismas cosas maravillosas que nosotras...
Yo desperté entonces, bañado en sudor frío.
Pero al levantarme de la cama, no tardé en descubrir bajo mi lecho una gran cantidad de ojos de vidrio manchados de sangre, los cuales parecían mirarme fijamente.
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Mini-Historias de Terror
HorrorPorque no hacen falta muchas palabras para producir el más hondo de los escalofríos... He aquí una colección de breves, brevísimos relatos de terror y misterio...