Afterlife

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Al final el Cielo era solamente eso, un vacío infinito donde las almas flotaban pudriéndose y convirtiéndose en polvo que era arrastrado hacia la nada.

Y aun así, esa era una suerte mejor que la que esperaba a los condenados en el infierno: Para ellos las cosas eran doblemente espantosas, porque seguían estando conscientes en medio de semejante estado, conservando todavía la esencia de sus respectivos egos mientras eran consumidos de a pocos por el eterno olvido.

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