Gracias papá, por ayudarme a superar mi absurdo miedo a los payasos.
En vez de enojarte conmigo, me hiciste ver con mucha paciencia que los payasos son al fin y al cabo, personas como cualquier otra.
Personas que se pueden matar tan fácilmente como cualquier otra.
Personas llenas de deliciosos orgános.
Personas que suplican piedad de manera tan patética como cualquier otra, mientras los mantenemos encerrados en el sótano.
Personas...Que jamás podrán entender lo que somos, que aunque nos veamos exactamente iguales a un ser humano, más bien podríamos considerarnos como sus depredadores.
Muchas gracias, papá. Procuraré ser tan buen maestro con mi propio hijo como tú lo fuiste. E igual de buen cazador...
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Mini-Historias de Terror
TerrorPorque no hacen falta muchas palabras para producir el más hondo de los escalofríos... He aquí una colección de breves, brevísimos relatos de terror y misterio...