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Ella despertó de madrugada, sintiendo el contacto helado de una mano que tocaba su rostro.

Luego oyó una voz que jamás creyó poder volver a escuchar nuevamente, la voz de aquel amante muerto hace mucho y que ahora se presentaba en su presencia, insepulto y corrompido hasta la médula, con larvas brotándole copiosamente de su carne putrefacta.

—No pude olvidarme de ti... —dijo el aparecido, hablando con la voz infernal de quienes ya conocen el otro lado de la existencia, al tiempo que le daba un sanguinolento abrazo a su amada, todavía muda de terror—. Ahora sé que jamás podré descansar en paz si no es contigo...

Mini-Historias de TerrorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora