Nada mejor para comenzar el día que le traigan el desayuno a la cama a uno, ¿No te parece?
Pero tú, claro, siempre tan desagradecida, no pudiste dejar de exigirme una y otra vez que terminase lo que había comenzado en cuanto tuve que cortarte esos brazos y piernas tuyos tan traviesos, siempre anhelando querer escapar de esta linda casa nuestra aún a pesar de todo el amor que todavía mantengo hacia ti.
Por eso también tuve que cortarte la lengua, para no oírte ya más maldecir: Sabes bien lo mucho que me molestan a mí esa clase de improperios y groserías, y además una señorita de tu clase nunca debe expresarse en la forma que tú solías hacerlo, antes de que fuera necesario llevar a cabo esa corrección.
A ver, a ver...Abre un poco más la boquita, no seas reacia... ¡Por favor, no me obligues a tener que taparte la nariz a fin de que abras de una vez esa boca sin lengua tuya!
Tienes que comer, mi querida. Debes comer, o de seguro te mueres, y eso yo no voy a permitirlo.
No, no me mires así. Tú ya me conoces, y no voy a permitirlo.
Espero no verme obligado también a tener que privarte también de tu nariz y tus ojos, tan bonitos.
Sabes bien que no haría nada de esto si no te amase tanto, así que podrías mostrarte un poco más agradecida.
Pero allí estás otra vez, vomitando el desayuno.
Y yo a veces me pregunto si de veras valen la pena tantas molestias, pero yo de igual manera te quiero lo mismo, así que no queda otra más que limpiar este desastre.
Yo de igual manera limpió con gusto, dirigiéndote la más radiante de sonrisas, a fin de recordarte una vez más que tú eres mía y sólo mía.
Y además eres mía para siempre, recuérdalo bien.
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Mini-Historias de Terror
HorrorPorque no hacen falta muchas palabras para producir el más hondo de los escalofríos... He aquí una colección de breves, brevísimos relatos de terror y misterio...