Un mal hábito

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Desde pequeño había tenido la morbosa costumbre de imaginarse que toda carne que él comía pertenecía en realidad a alguna persona: Así, las albóndigas que coronaban los espaguetis preparados por la abuela eran en realidad los sesos machacados de ese profesor que le golpeaba en la mano con la regla de madera por ponerse a hacer dibujos en clase, mientras que las hamburguesas fritas preparadas por su madre eran en realidad lonjas de la carne rebanada de aquel niño regordete que siempre se burlaba de él a sus espaldas...

Por extraño que esto pareciese, esto siempre le ayudaba a avivar su apetito.

Una pésima costumbre, ciertamente.

Sus preocupados padres, por supuesto, no podían quedarse indiferentes ante tan complicada situación, acudiendo a toda clase de terapeutas y expertos en psicología infantil: Al no responder el muchacho a los diversos tratamientos, no hubo más remedio que recurrir a los golpes, luego al chantaje emocional:

—Esto me duele más a mí que a ti... ¡Si supieras lo mucho que nos hace sufrir tu comportamiento! —solía decir el padre del niño, antes de cada correazo.

Pero esta historia tiene un final feliz, por fortuna: A fuerza de su testarudez, aquellos abnegados padres consiguieron hacer que su peculiar muchacho fuese capaz de superar aquel hábito terrible, alejando de su mente toda clase de pensamiento morboso y caníbal.

Y es por esa misma razón que este mismo chico, ya de mayor, cada vez que conseguía atrapar una nueva víctima que atrapaba dentro su sótano, solamente era capaz de pensar en cosas bonitas y normales mientras descuartizaba sus cuerpos, volviéndose sus desgarradoras súplicas una dulce melodía de Vivaldi al momento de llegar a sus oídos.

Los sesos aplastados y las lonjas de carne rebanada fueron convertidos en preciosos caramelos y barras de chocolate rellenas por medio de un simple ejercicio mental, y así el niño creció contento, enteramente convencido de que nunca había matado a ningún otro ser humano, ni de jamás haber probado alguna vez el sabor de la carne humana.

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