La hija de Jairo no volvió a ser la misma después de resucitar: Habiendo dejado el Nazareno y sus apóstoles la casa donde tuvo lugar el milagro, la niña empezó a exhibir un comportamiento casi bestial, incapaz ya de pronunciar palabra alguna.
Rehuía de la luz solar, y jamás probaba ninguno de los alimentos que el eran ofrecidos, apareciendo constantemente numerosos pájaros y ratones despedazados junto a su lecho.
Su sola presencia infundía un gran temor a sus padres, manteniéndola recluida en una pieza separada de la casa, desde la cual siempre llegaba un olor nauseabundo, semejante al de carne podrida.
Ella finalmente desapareció sin dejar rastro alguno.
A sus padres los encontraron con las entrañas fuera del cuerpo, despedazados como corderos para el sacrificio.
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Mini-Historias de Terror
TerrorPorque no hacen falta muchas palabras para producir el más hondo de los escalofríos... He aquí una colección de breves, brevísimos relatos de terror y misterio...