Back To The Academy ☂️ (Cinco y tú)

CAPÍTULO LXXVI

POV ____________

Pero Vanya y yo vimos un campo de energía azul que rodeaba a La Encargada y a Lila el cual las salvo de nuestro ataque.

Lila empezó a levitar como nosotras y yo solté una risa haciendo que Vanya me mirara mal.

- ¿Ella? ¿Cómo nosotros? Es imposible es la persona más corriente que he conocido - me negué riendo.

Lila se preparó para atacarnos.

- Prepárate, va a atacarnos - le advertí a Vanya.

- No podrá contigo, absorbiste todo ese poder de Harlan y es imposible que ella sea más poderosa que tú - me aseguró Vanya.

- Eso ya lo sé, pero contigo si podrá así que espero que te duela poco -

- Supongo que gracias - me agradeció ella sonriendo.

- Haría un campo de energía, pero no te protegería del suelo, no es una bola -

- No importa - me respondió ella.

Todos menos Lila, La Encargada y yo cayeron al suelo. Mis iris se encendieron.

- ¡Ahora puedes verlo, Encargada, te lo dije en La Comisión: nadie puede conmigo! - le grité a La Encargada abriendo los brazos orgullosa.

- Ella podrá - me respondió ella tranquilamente, yo me reí.

- Yo creo que no - le negué aún riendo.

- ¡Cinco! - escuché gritar a Luther y mis iris se apagaron.

- Creo que tu novio no se encuentra muy bien - se burló Lila.

Yo la miré, le sonreí y después de gritar de ira y rabia, con un ataque de energía, la lancé hacia el bosque a unos 20 metros de distancia.

Era gracioso ver como parecía un viejo muñeco de trapo al que tiras al piso porque ni sus piernas ni sus brazos estaban controladas por ella, pero aún queriendo disfrutar de eso no podía porque tenía que salvar a Cinco de algo que desconocía.

Empecé a escuchar gritos lejos de mí, eso me hizo reacción y levitar más.

No era Cinco era Diego que tenía una pierna atorada debajo de una camioneta así que bajé un poco y lo ayudé a salir.

- ¿Dónde está Cinco? - le pregunté.

- En la casa, en la cocina, protegiendo a Luther, no sé lo que le pasó - yo asentí.

- Gracias - me teletransporte allá.

Cuando llegué vi un montón de ladrillos en el suelo arriba de una silueta como la de un saco.

Miré alrededor y Luther era el único que estaba allí.

- Es Cinco él que está ahí - me dijo Luther preocupado.

- ¿Cómo? -

- Se sacrificó por mi - me contó él, se detuvo un segundo - ese debería de haber sido yo -

Con miedo, porque Cinco podía estar muerto, movi mi mano quitando todos los ladrillos con telekinesis.

Cinco estaba tirado en el suelo, pero su cuerpo se movía lo que significaba que aún respiraba así que suspiré de felicidad.

- ¿Qué pasa? - me preguntó Luther preocupado por el estado de Cinco.

Dejé todos los ladrillos apilados por si después tenían alguna utilidad cuando estemos peleando.

- Tranquilo, Luther, sigue vivo. Deberías de sentirte afortunado -

- ¿Afortunado? ¿Por qué exactamente? -

- Ni siquiera por mi a hecho eso - le respondí riendo - lo reconozco, grandullón, te tengo envidia - Luther se rió.

Lila se teletransporto a la cocina también.

- ¿Interrumpo una reunión familiar? Lo lamento tanto - intervino Lila burlona.