CAPÍTULO XXIV

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POV _____________

La Encargada seguía intentando dispararnos, pero yo hice un campo de energía que rebotaba las balas aún así La Encargada se acercaba hacia nosotros.

- Te quedarás sin balas - le aseguré mientras se acercaba.

- Y tú sin energía - añadió al ver mi nariz sangrar - abandona esto, podemos aceptarte de nuevo en La Comisión, solo quiero a Cinco - intentó convencerme.

- Tendrás que matarme antes de a abandonar a mi familia - le dije para después teletransportarme junto con Cinco.

Me limpié la sangre de la nariz, Cinco me miró.

- Yo lo haré -

- No, no. No necesito tu compasión, déjame esto a mi. Lo necesito - le susurre a Cinco - y pase lo que pase no salgas de aquí - él asintió.

Volví a teletransportarme enfrente a La Encargada.

- Las 2 sabemos que tienes un límite - dijo apuntandome.

- No me importa - La Encargada rio - solo quiero matarte - ella me disparó, pero desintegre la bala y con un solo movimiento de mano hice que el arma pareciera como si un gigante la hubiera aplastado, La Encargada me miraba sorprendida - cuando te burlaste de mi por tus celos enfermizos planee, mentalmente, 1.000 formas de asesinarte con detalles muy macabros que, me encantan, y ese momento a llegado - eleve a La Encargada y la estrangule - sin balas y sin arma. Estas indefensa, Encargada ¡¿ahora quién es la insignificante?! - le grité provocando que todos los tubos se rompieran.

Mis pupilas se volvieron blancas y empecé a absorber la energía a La Encargada y sentía más poder, como renovada.

Cinco llegó con una granada.

- Tenemos que irnos - dijo Cinco con la granada en la mano.

- Primero quiero darle su merecido - le respondí con una sonrisa macabra. Después la solté y me teletransporte alado de Cinco - nos vemos en el Infierno, zorra - Cinco y yo salimos después agarré la granada, la activé y toda la sala explotó con La Encargada dentro.

Cinco y yo fuimos a la sala de maletines y agarramos uno.

- La cura... ¿La quieres? - me preguntó Cinco antes de irnos.

- No podemos, no hay tiempo - le respondí.

- Vamos - me ofreció Cinco su mano, yo la agarré y salimos de hay y utilizamos otra granada para explotar la sala de maletines. Nos teletransportamos al miércoles. Si, otra vez.

- ¡Oh, Mierda! - exclame al caer sobre una mesa, Cinco se cayó al piso y yo caí encima de él - joder - exclame otra vez.

- ¿Estáis bien? - nos preguntó Allison ayudándonos a levantarnos del piso junto con Luther.

- ¡No me toques! - le dije a Luther soltandome de su agarre - sigo enojada contigo - agarré el café de Allison y me bebí la mitad y la otra mitad se la dí a Cinco.

- Gracias - le dije a Luther y a Allison por el café.

- Faltan 3 días para el apocalimpis - por fin habló Cinco - y la única opción de salvarnos somo nosotros -

- The Umbrella Academy - dijo Luther, yo asentí.

- Si, pero conmigo - corrigió Cinco, yo me cruce de brazos.

- Y sino dejáis de ser tan narcisista y egoístas estamos jodidos - finalicé yo.

- ¿Y qué si papá la cago? ¿Dejaremos que eso nos defina? - cuestionó Cinco. Yo pensaba que si, pero no era momento de decirlo - no - contestó Cinco a su propia pregunta.

- No pienso igual que él, pero para vosotros puede ser un incentivo - añadí cruzandome de brazos.

- ¿Y para ti? - me preguntó Allison.

- Yo tengo otro invento -

- Tenemos una pista - Cinco enseñó el papel que encontramos en La Comisión y se lo dio a los demás.

- ¿Harold Jenkins? - preguntó Allison extrañada, yo asentí.

- ¿Quien demonios es Harold Jenkins? - preguntó Diego.

- Si lo supiera no estaría aquí - le respondí sonriendo sarcasticamente.

Back To The Academy ☂️ (Cinco y tú)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora