CAPÍTULO XLII

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POV __________

La primera imagen que vi al teletransportarme fue la misma imagen que vi cuando me fui.

Solo estaban Luther, este aún en el suelo, Vanya y Cinco, intentando ayudar a Luther.

- No despierta - me dijo Vanya preocupada.

- Se ha dejado pegar mucho, el idiota, es normal - le respondí tranquilamente - lo que no sé es ¿por qué se ha dejado pegar? Él nunca fue así -

- La gente cambia, tú eres el claro ejemplo - me respondió Cinco.

- Ja ja - me reí falsamente con cara de enojo.

Hice levitar a Luther para llevarlo a la habitación de hotel que tenía arrendada.

Cuando ya estábamos en su habitación lo deje caer en su cama, suavemente.

- Nosotros os esperamos en el carro - me avisó Cinco, yo asentí y después se fueron.

- Luther - intente despertarlo - ¡LUTHER! -

- ¿Allison? - murmuró él.

- ¡No! No eres, exactamente, mi tipo. Soy yo; ____________ -

- Tu respuesta te delató - me aseguró Luther.

- Toma, es hielo - le di una bolsa de hielo y Luther se la puso en la cara.

- ¿Por qué estás aquí? - fue directo.

- No te voy a mentir, porque no tenemos tiempo para eso. Te necesitamos. Sé que necesitas descansar, pero nosotros te necesitamos despierto, el mundo te necesita. Cinco y Vanya están esperando abajo -

- Quiero hablar con Vanya - me pidió Luther, yo me teletransporte delante de Vanya.

- Vanya, Luther quiero platicar contigo -

- Voy -

Cinco y yo nos quedamos solos, otra vez.

Yo me crucé de brazos y apoyé mi cuerpo contra el carro.

- ¿De quién es el carro? -

- De Vanya, la dueña de la granja lo trajo -

- ¿Cuándo? -

- Cuando estabas arriba con Luther -

- ¿Sabes cómo se llama? - Cinco negó con la cabeza - ¿su dirección? ¿Algo? -

- Sí, que tiene una granja - respondió Cinco.

- No te creo. Eres un auténtico genio, Cinco, estoy segura de que dentro de poco podrás descubrir un nuevo elemento de la tabla periódica que nos salvará a todos -

- Te respondí lo que sé - me respondió gritando.

- Pero eso también lo sé yo, imbecil, me lo dijiste antes - yo también alcé la voz acercándome a él.

La gente que pasaba por la calle empezó a mirarnos, así que yo pare y volví a mi postura de antes.

Cinco también cruzó los brazos y dejó su cuerpo caer, suavemente, sobre el carro, yo lo mire de arriba a abajo, pero no le dije nada.

- ¿Nos extrañaste? - cambió de tema Cinco.

- Callate. No quiero hablar de eso contigo -

- ¿Crees que Klaus venga? - le pregunté.

- No sé, es Klaus -

- Lo ví hace poco, pero creo que esto del apocalipsis y salvar el mundo no le importa una mierda - opine mirando al frente.

- Como todo -

- No, como todo no. Antes, creo, que le importabamos -

- Le importabas, nosotros no. Cuando murió Ben dejó de importarle alguien más que tú -me corrigió Cinco.

- Yo me fui y lo dejé solo, por culpa de Reginald - le confesé mirándolo a los ojos.

Empecé a escuchar gritos.

- Ahora vuelvo - empecé a levitar con las iris blancas.

Rompí la pared y vi al jefe de Luther amenazarle.

Lo lancé al otro lado de la habitación.

- Basura, puede que él no sea mi hermano favorito, pero sigue siendo mi familia y no te permitiré amenazarlo - amenace a el jefe de Luther.

- Gracias por tu favoritismo, ____________ - dijo sarcasticamente Luther.

- Desagradecido -

El tipo se levantó intentando atacarme.

- Como les toques un solo pelo te mato - le coloqué un cuchillo en el cuello - ahora vete - él no se movió - ¡YA! - grité provocando que todos los vidrios se rompieran y antes de que cayeran al suelo los encamine hacia él lo que provocó que saliera corriendo y deje caer los cristales cuidadosamente.

- ¿Estáis bien? - Vanya asintió, pero Luther golpeó la pared haciendo otro hueco por el que veía la calle. Luther asomó la cabeza y vio a Cinco, este se rio.

- Imbecil - comenté riendo, miré el reloj que había colgado en la pared - tenemos que irnos ya -

Estábamos a 1 metro del carro.

- Fue muy bien, ¿cierto? - nos preguntó sarcasticamente Cinco.

- Pésimo, igual que a ti con las mujeres - le contesté yo, Luther rio en voz baja.

- Yo me voy a la granja -

- Vanya, te necesitamos - intenté convencerla, pero se montó en el carro y se fue.

Cinco miró a Luther y este le sacó el dedo corazón, yo reí.

- Gracias por lo que has dicho y hecho allá arriba - me susurró al oído, yo asentí sonriendo - la próxima vez que me molestes con el apocalipsis, te aplastó y te hago alfombra para mi habitación - amenazó Luther a Cinco, yo me reí.

Luther se fue.

- Sorprendente, Luther siendo ofensivo. Esto es increíble -

- ¿Podré evitar que el viejo me adopte? - preguntó Cinco al aire.

- Yo creo que no -

Back To The Academy ☂️ (Cinco y tú)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora