Back To The Academy ☂️ (Cinco y tú)

CAPÍTULO LXXIII

POV _____________

Yo seguía aún al lado de Harlan mientras que los demás estaban alejados de nosotros.

- ¿Cómo te sientes? - le pregunté a Harlan.

- ____________, no puede hablar - me recordó Vanya.

- ¿Te sientes bien? - reformule la pregunta y él asintió.

- ¿Cómo es que antes podía hablar y ahora ya no? - me preguntó Sissy.

- Puede ser por el poder de Vanya, lo revivio si puede hacer eso puede permitirle hablar - di una hipótesis.

- No puede ser - escuché decir a Diego, giré la cabeza y lo miré, pero no creía que fuera importante.

- La Encargada - añadió Cinco.

- ¿Dónde? - me teletransporte al lado de Cinco para poder verla.

Miré hacia donde había un terreno sin nada, aparte de pasto, y La Encargada y Lila estaban allá.

- ¿Quiénes son? - preguntó Klaus.

- La Encargada, una mujer bastante mala, pero con espíritu ambicioso, y la novia de Diego, la hija de La Encargada - le respondí yo.

- Lila, mi ex-novia - aclaró Diego, yo lo miré y me reí - ¿qué te da risa? -

- Lo hipócrita que eres - le respondí aún riendo.

- ¿Sí? ¿Por qué? -

- La defendias tanto que casi me repudias como hermana porque la amabas y ahora es tu ex-novia, casi pierdes a tu hermana y ni siquiera era por algo seguro - le contesté.

- ¿Algo seguro? ¿Cómo qué? ¿Cómo tú y Cinco? - me cuestionó él.

- Diego, mejor callate - le recomendó Cinco.

- Cuando volvió le tenías asco y ahora lo adoras, lo amas tanto que te dejas controlar por él... -

- Diego, callate - le interrumpió Luther.

- Y te atreves a hablar de algo seguro como si lo vuestro fuera seguro o sano, como si fueras la mejor de la familia, la que tiene el mejor novio,... - siguió Diego.

- Diego, no sigas - intervino Allison también.

- La que tiene el mejor poder, la que defiende a todos, la que tiene el mejor corazón,... -

- De seguro es mejor que el tuyo - le respondí yo.

- La mejor de la familia,... -

- Diego es suficiente, para - intervino Klaus también, pero yo sabía que Diego aún no había terminado.

- Hermanos, _____________ Hargreeves - Diego se detuvo un segundo y después me miró a los ojos con rencor - el experimento de laboratorio - finalizó, yo encendí mis iris.

- Te lo conté porque confiaba en ti - le reproché mientras me preparaba para atacarlo.

- No deberías de haberlo hecho - me respondió Luther.

- Pienso lo mismo - comentó Diego al que ataque con energía hasta dejarlo jadeando.

- ¿Experimento? - me preguntó Cinco. Yo no quería hablar de eso en ese momento así que apagué mis iris y dejé el asunto de Diego para otro momento.

- No quiero hablar de eso ahora - le respondí a Cinco.

- No quieres hablar nunca - me reprochó Cinco.

- La Encargada está ahí por algo y yo no voy a dejarla sola para que nos mate a todos, no sé que haréis vosotros - cambié de tema.

- Sí, ella tiene razón, las 2 parecen enojadas - me dio la razón Luther.

- Sí - afirmó Klaus

- Nuestro hermano produce ese efecto - añadió Allison.

- Lo confirmo - le respondí yo - ahora vuelvo - les informe.

- No vas a ir sola - me dijo Cinco.

- Yo voy con vosotros - dijo Diego.

- No, claro que no - le respondió tajante Cinco.

- No importa mientras no abra esa asquerosa boca puede venir - aunque quisiera matarlo mostré indiferencia hacia él.

Los 3 caminamos hasta ellas.

- Adoro el olor a pasto, ¿tú no, cielo? - comentó La Encargada.

- Me da ganas de vomitar - le respondió Lila.

- Yo en lo personal prefiero la lavanda, es un olor lindo y ayuda con la intranquilidad - le respondí yo.

- No somos tan diferentes como crees, _____________ - me aseguró La Encargada.

- Eso quisieras - le respondió Cinco.

- ¿Qué quieres? - le preguntó Diego a Lila.

- Ver sufrir a tu hermano - le contestó ella.

- ¿Y qué pasa conmigo? -

- No mereces mi ira -

- Estamos acá por un asunto oficial de La Comisión - añadió La Encargada.

- ¿Cuál? - le pregunté yo.

- He ordenado matar a los asesinos de la antigua junta directiva de La Comisión - nos contó.

- Nosotros no matamos a la junta directiva - le corrigió Diego riendo.

- Bueno, habla por ti, Número Dos - le respondí yo.

- ¿No se lo habéis dicho? -

- Te encanta hurgar en heridas ajenas, ¿cierto? - le respondí bruscamente.

- ¿Qué carajos hicisteis? - nos susurró Diego.

- Matarlos, ¿no está claro? - le aclaró Cinco.